viernes, 25 de diciembre de 2015

DOS ENTREVISTAS

Esta semana me han hecho dos entrevistas a raíz de mi residencia en Angouléme. La primera en un medio autonómico, el periódico La Provincia, y la otra en un medio nacional, El Cultural de el diario El Mundo.
Hubo preguntas sobre La Maison des Auteurs, la ciudad, Lamia y el estado del cómic patrio...un poco de todo.
Muchas gracias a los periodistas por el espacio, el tiempo y la atención; Alberto García Saleh de La Provincia y Javier Yuste de El Mundo.

Entrevista El Cultural AQUÍ, y la de La provincia en la foto que acompaña al texto.




viernes, 11 de diciembre de 2015

UN PAR DE NOTAS

Entre los blogs que visito asiduamente se encuentra bloguionistas, donde (entre otros) escribe David Muñoz, guionista con el que colaboré en Sordo y con el que aún tengo un libro pendiente.
Es un blog sobre todo orientado a la escritura de series de televisión y cine, pero cada cierto tiempo, David sube un post sobre su trabajo como guionista de cómic.

Les dejo su última entrada AQUÍ. Lo suyo es que lean el texto completo, merece la pena. Por si acaso, he hecho corta/pega de las partes que me gustaría comentar. 

Mi mesa francesa hace un rato.

NOTA 1:

"Cuando empecé a escribir cómics, en esta fase solía dibujar una especie de storyboard que en teoría debía ayudarme a ver con más claridad cómo debía ser cada página. Pero dejé de hacerlo cuando me di cuenta de que mis limitaciones como dibujante estaban condicionando demasiado el guión.  Escribiendo podía describir planos más interesantes, o más complejos, de los que era capaz de dibujar, así que, ¿para qué empeñarse en dibujar? Además, esto es algo que no suele gustarle demasiado a los dibujantes, que sienten (y con razón) que el guionista está tratando de hacer parte de su trabajo. Encima es un método que luego da problemas a la hora de dialogar. Pero eso es algo sobre lo que me extenderé más cuando toque hablar de la primera versión del guión,
Todo esto no quiere decir que sea algo que nunca deba hacerse. Para nada. Cuando empiezas, suele ser difícil visualizar la página,  y hacer unos garabatos, aunque sean tan sencillos como los de Calpurnio, puede ayudarte a verla con más claridad. Pero si lo haces, lo que sí te recomiendo es que sea una herramienta que solo uses tú y no se la pases al dibujante."

David viene a verbalizar algo que he intuido hace poco, pero que no había acabado de encajar. Por una corazonada, al enfrentarme a las notas que había estado tomando durante meses para escribir el guión de Lamia, opté por dejar a un lado el lápiz y sentarme delante del ordenador. Tenía la sensación de que cuando escribo visualizando y abocentando a la vez, llevo la narración a mi zona de confort. Al principio pensé que cambiaba de método para engañar al gandul que todos llevamos dentro, ese que mientras lee una historia, en lugar de disfrutarla está pensando en el trabajo que llevará hacerla.
Ahora pienso que es algo peor, conozco mis fortalezas y debilidades, creo que abocetando mientras escribo tiendo a repetirme, forzando la historia, adaptándola a mi mano y no al revés,
Es la primera vez que escribo un guión sin tocar el lápiz ni visualizar escenas de manera cerrada, nítidas. No sé si es otra parte del cerebro la que actúa al ser un proceso distinto, pero desde luego esta historia no parece "del todo mía", se mueve en una longitud de onda distinta. No sé si mejor o peor, eso lo decide el lector, pero independientemente de lo que opine, seguiré esta nueva senda.

NOTA 2:

"En cada una de estas fases participa también el dibujante. Hacer un cómic es un trabajo en equipo, y además de que siempre escribo con la idea de que el dibujante pueda dar lo mejor de sí mismo,  intento dejarle claro que si tiene algo que decir sobre el guión, voy a escucharle. Pero cada dibujante es un mundo. Muchos no dicen ni mu sobre el guión por mucho que les preguntes, otros sí que te ayudan con sus ideas, y también hay quienes se comportan como tus jefes y creen que debes hacer todas las modificaciones que te pidan, tengan o no sentido. Vamos, que son como algunos directores de cine. Con dibujantes de este último estilo procuro no trabajar. No merece la pena. Como dice David Mamet, ser guionista es un oficio de putas, pero de putas a las que se debería pagar bien, y hoy en día lo que se cobra en el cómic no es bastante como para que acepte pasar de ser escritor a escriba."

Sobre la relación creativa entre guionista/dibujante, totalmente deacuerdo con David. Yo en mis colaboraciones (publicadas o no) he tenido un poco de todo. Pero diría que el damnificado habitual es el dibujante, que gran parte del tiempo siente que se está dejando las pestañas en un trabajo que no es suyo. Sienedo más ilustrador que coautor.
Pero claro, el colmo son los guiones dibujados, listos para "pasarlos a limpio". Lo peor es que hay dibujantes que los prefieren así, les ahorra el trabajo de pensar.

Primer post desde Angouléme, estoy en período de adaptación al teclado francés, asi que se colarán faltas. Pero bueno, ya iremos mejorando.

ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE, GOLFÍN!






miércoles, 2 de diciembre de 2015

FUNDADOR 3

Tercera y última entrega sobre la serie FUNDADOR. 

He aquí un adelanto de lo que debería ser la segunda historia de la familia, aunque quizás la reserve para la cuarta o quinta entrega; Carozo, caroso en Canarias.

En todos mis libros haría mil y un cambios, la distancia que da el tiempo hace que pase de ser autor a crítico. Además el crítico más vil, ese que todos llevamos dentro, el que no tiene miedo de pisar charcos porque no escribe. Carozo lleva dibujada casi un año, así que el critiquillo se ha puesto las botas.
Esta historieta cuenta hoy con 13 páginas cargadas de información clave e intensidad dramática. Pero es un puzzle que debo deshacer, repensar y volver a montar... o tirarlo a la papelera. Esta historia, tal y como está, nunca verá la luz, pero sí que puedo enseñar la introducción, tres páginas que estarán en la versión definitiva. 
En ellas explico, entre otras cosas, algo que me hacía especial ilusión: cómo se fabrica el gofio (el desayuno de los campeones). Falta la última parte del proceso, el tostado y molido, pero eso es parte de la cuarta página y ahí ya había demasiada información sobre el nudo. 



Revelar los secretos del gremio de molineros, supondrá la visita de los sicarios del gofio. Pero no teman, estaré exiliado. Para los meses que me esperan en Angoulème ya envié unos kilitos de gofio por correo, a ver si en aduanas se apiadan de estos polvos. 

PD: Si algún lector de este blog quiere colaborar en la finalización de Lamia, se aceptan donaciones de: ron Arehucas, café JSP, chocolate tirma y gofio. Eso sí, sólo del molino de la Atalaya y que sea doble X, que no me gusta muy fino. 

En serio, no se corten, les daré mi dirección encantado.