jueves, 28 de marzo de 2013

HERRAMIENTAS

Tal y como prometí, aquí va un post técnico sobre los materiales y herramientas que utilizo habitualmente para dibujar.

El carrito de los helados.
 1. Dibujo:
Poco interesante es lo que puedo aportar aquí:
1. Bocetos: aboceto con cualquier lápiz que no sea demasiado blando (B) ni demasiado duro (H), los que se mangan de IKEA van bien. Para borrar me gustan las gomas MILÁN de miga (430, por ejemplo) de toda la vida, son las más baratas y la que menos pigmento de tinta se llevan.
2. Originales: Dibujo con un portaminas 0.7 o 1.0. Uso minas azules, por eso es tan grueso, tiendo a  apretar demasiado y las minas de color son más frágiles que las de grafito. Habitualmente se trabaja en color azul porque tras escanear es más sencillo eliminarlo seleccionando sólo el negro.

Un fragmento de la historieta que hice para PANORAMA,
la imagen es nefasta, pero creo que ilustra la idea.

2. Entintado:
Yo utilizo rotuladores, plumillas y pinceles.
 -Rotuladores:
Para hacer los marcos de las viñetas utilizo un rotulador fantástico que descubrí hace poco tiempo: SIGNPEN de Pilot. La tinta es muy líquida, va tan fluida que a veces da problemas porque el secado es más lento de lo normal. La punta es de fieltro (deformable), lo que permite un cierto juego con el grosor y la calidad de la tinta es mejor que la del pilot habitual, es más oscura y resiste mejor la luz.
Tramados: En Nela utilizo una cuadrícula sencilla, me gusta que la línea tenga un buen grosor y quede limpia. Usar una línea casi tan gruesa como la del dibujo le da un cierto toque abstracto, y esa confusión figura-fondo me gusta. Uso un sencillo pilot 0.7 o el mencionado Signpen, aunque por la cantidad de tinta que suelta al entrar en contacto con el papel, es más difícil de controlar.
Líneas blancas: para dibujar blanco sobre negro uso un bolígrafo (no es corrector, tampoco un rotulador) uni-ball SIGNO UM-153 de la casa japonesa MITSUBISHI (sí, la de los coches). Es caro, y si no le das uso habitual la tinta se seca, pero sin duda es el mejor que he probado.

Tintas, corrector, pinceles y plumillas. Debajo, un ejemplo
de lo que puede hacer el Uni-ball SIGNO UM-153.
-Plumillas. Utilizo tres:
1. La típica G- pen de mangaka (véase Bakuman), en este caso de la marca ZEBRA. Con ella hago casi todo el trabajo. Uso una plumilla manga, pero entinto al revés que todos los mangakas que he visto: Ellos usan una tinta ligera y hacen trazados rápidos y suaves, yo trazo despacio y apretando, pongo al límite la flexibilidad de la plumilla, por eso prefiero una tinta más densa (al abrir la punta de la  plumilla la gota nunca cae). Dibujo con dos plumillas a mano, una nueva para las líneas más finas y otra más castigada para el resto.
2. La típica plumilla "de cucharilla", también de la marca japonesa ZEBRA (Nº 9120). Es más dura, y su línea menos versátil, más monótona. La utilizo en determinados momentos como si fuera un rotulador calibrado.
3. Una pluma caligráfica Nº2 (bastante gruesa). Las plumas caligráficas tienen la punta cuadrada y un trazo que me encanta. Desconozco la marca de la mía, la tengo desde hace un porrón de años, y su grabado sólo dice "BARCELONA, Nº 550".

 A la izquierda (aunque en la foto quizás no se aprecia), la diferencia de grosor
entre ambas G-Pen, la habitual y la que hace los trazados más finos.

Dos fragmentos: en el primero, el personaje está perfilado con la pluma caligráfica, la trama del fondo con pincel.
En la segunda, el personaje está trazado con la G-pen (la nueva hizo la suciedad) mientras que para la textura
de la madera utilicé la pluma de cucharilla.

-Pinceles:
En Nela apenas he hecho trazados con pincel, sólo para rellenar masas de negro (trazo el contorno con plumilla), para dar textura a algunos fondos o para ampliar las tramas.
Los que saben de pinceles se quejan de la calidad de lo que hay disponible en el mercado, casi todo lo que se vende como pincel de pelo de marta es sintético. No hay más que ver la calidad de la línea del trabajo de Sinnott o Williamson.
Para rellenar uso un pincel Davinci nº3 bastante cascado, podría hacerlo con cualquier otro, el que tenga en peor estado.
Para trazas líneas y hacer texturas alterno entre un Winsor&Newton-Finest Sable- Series 7 del Nº 2 y un pincel Kolinsky del Nº2, fabricado por la Casa RIGOL (Barcelona), bastante bien calidad/precio.
Un buen pincel es indispensable, pero también es bastante caro, así que conviene tomarse en serio su mantenimiento: agua limpia, secado, un poco de saliva para recuperar la forma original y caperuza protectora.
En la primera viñeta, una trama hecha con rotulador.
En la segunda, texturas y una trama hechas con pincel.

-Tinta: Todo depende de cómo trabajes, yo uso dos marcas distintas:
1. Black Indian Ink, de Winsor&Newton. Densa, opaca y brillante, perfecta para tener unos originales impecables (sin variaciones de gris). Por las características de mi dibujo (trazo lento y con presión) es la que más me conviene. Tarda en secar pero la línea no se revienta cobre casi ningún papel.
2. Tinta china Pelikan 211 169. La uso sobre todo para cargar las plumas con las que rotulo. La tinta es opaca, pero menos densa, por lo tanto cubre algo menos. Ideal para los que entintan de manera fluida (velocidad), tanto con pincel como con plumilla.
Ojo, de ambas marcas uso los recipientes de 250ml, no sé por qué, pero la calidad es distinta en función del tamaño. Otra cosa, los frascos de tinta conviene no tenerlos expuestos al sol, y siempre hay que tener en cuenta que la densidad va cambiando.

Plumas, SIGNPEN y Ames L.G.

3.-Rotulación: Uso la tinta Pelikan que comenté para rellenar las siguientes plumas: Artpen M (rotring), Pelikan script 1.0 (caligráfica de punta cudrada) y Pelicano Junior (una pluma escolar que encontré con un grosor interesante). También uso la plumilla de cucharilla y el Signpen antes citados.
El interlineado lo hago con lápiz azul y la herramienta básica (y clásica) de los rotulistas norteamericanos, la AMES LETTERING GUIDE.



4.-Correcciones: Pro-White (Daler- Rowney), el gouache más utilizado por su relación fluidez/opacidad. Puntualmente también uso correctores de oficina Typp-ex o Pentel.

5.- Papel: para Nela Utilicé un CANSON (gvarro)/ dibujo lineal /DINA3, marca mayor / 160gr/m2. Es un papel satinado mate, sin textura,  las plumillas caminan bien en su superficie y tiene buen gramaje, así que aguanta bastante caña. Además absorve bien la tinta y la línea no se revienta al secar.
No es un papel barato, entre 40 y 50 céntimos la lámina y viene empaquetado en sobres de 10.
Otro papel que uso habitualmente es el CABALLO 109 S, es un buen papel para técnicas húmedas, ya que tiene más textura y gramaje. No lo usé en Nela porque con la plumilla no va tan ligero y la textura deforma la línea. Además es más caro aún y se vende en láminas DIN A1, con lo que encima toca cortarlo.
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Poco más, como ya he comentado en algún post anterior, soy de los que reivindican la parte artesanal de este oficio, de manera que intento dejar los originales tal y como los verá el lector, interviniendo lo mínimo con el ordenador. No reparo en gastos, los materiales que utilizo son los mejores que voy encontrando y casi ninguno de ellos se consiguen en Gran Canaria. Prácticamente un tercio del adelanto base que dan las editoriales lo fundo en este apartado.
Respecto a exponer originales, tengo pensamientos contradictorios: por un lado, soy consciente de que este es un medio de difusión masiva (o al menos lo fue en origen), así que los originales son un residuo, el verdadero original es la copia que llega al lector. Por otro lado, como dibujante, es interesante ver en directo los originales de otros autores, ya que es la mejor manera de estudiar su técnica.
Yo sólo tengo un original, un trozo de una tira de NANCY del enorme Ernie Bushmiller que gané en una puja de EBAY por... ¡12 dólares!, a veces cuando las subastas terminan de madrugada en EEUU ocurren estas cosas. La calidad de las materiales (papel y Tinta) está a años luz de lo que hay hoy en el mercado. La tinta opaca y homogénea, no tiene ningún tipo de gradación, ni siquiera entre el cambio de plumilla a pincel o la línea del marco. Y qué decir sobre la rotulación...
 Creo que aquí también se utilizaron dos plumillas, una para el dibujo general, bocadillo y rotulación, otra más fina para los detalles (pliegues, sombras, las "gotas de sorpresa" de Sluggo) y fondos.

sábado, 23 de marzo de 2013

EL PROCESO

Para defraudar a los buscadores de internet he hecho un poco de trampa con el título de este post. UN PROCESO sería el título correcto. Si entraste en el blog pensando encontrar material para quitarte de encima un trabajo sobre Kafka...
Este post está exclusivamente dedicado al proceso que sigo al dibujar, desde el primer boceto hasta que dejo la página lista para imprenta. No hablaré sobre guionización o adaptación, sólo un poco sobre narración.
Es un proceso bastante antiguo, antes se hacía usando fotocopiadoras. Si eres dibujante, probablemente lo que cuento aquí lo sabrás de sobra, aún así, quizás encuentres algún matiz que sea útil en tu trabajo.
Yo intento escribir el blog que me gustaría leer.

Empecemos:

1. Boceto previo: 
Como comenté en el post anterior, yo aprovecho todo el soporte que pillo. Esta Autopista hacia el cielo de papel continuo son mis bocetos previos. Para mí, es la parte más importante del proceso, donde haces real lo abstracto, volcando sobre el papel lo que tienes en la cabeza. Empiezas a jugar con las piezas, ahí distribuyes la información, el tiempo, el ritmo, la composición, la dirección... y añades la primera versión de los diálogos. Muchas ideas que apriori parecían geniales no pasan este filtro, se convierten en absurdas o trilladas, y verlo sobre papel a veces es la mejor manera de asimilarlo.

En esta imagen están los bocetos de seis páginas, con borrador de los diálogos incluido. Las tres últimas páginas del capítulo 11 y las tres primeras del 12. Yo planifico de dos en dos, las páginas enfrentadas tal y como las verá el futuro lector. Creo que es la mejor manera de tener una visión global de la composición y la narración. En la medida de lo posible, intento que la doble página sea mi "unidad mínima",  abriendo fuerte y cerrando a través de un gancho que "obligue" al lector a pasar a la siguiente unidad.
A veces, hay escenas que soy incapaz (en este caso al ser los dos primeros capítulos me encontraba inseguro) de "ver" sin colocar las masas de negro, entonces hago algo parecido a lo que muestro en la siguiente imagen. Pero eso no es habitual, en general puedo componer sin necesidad de colocar los negros.

 Resumen de la composición de los dos primeros capítulos (DIN A3).

Como había comentado antes, ésta es la parte más delicada del proceso. Yo no suelo abocetar más de seis páginas en un buen día. Requiere mucha concentración, y hacer más, al menos para mí, supone poner el piloto automático y cometer el error de transformar el tebeo en un storyboard. En cada "unidad mínima" intento deslizar al menos una idea narrativa o simbólica (experimentación personal) que case con lo que estoy contando. Lo difícil ahí es encontrar el equilibrio entre lo que cuentas y cómo lo cuentas, a veces las soluciones son tan sofisticadas que te sacan de la historia. Un ejemplo (muy poco popular, ya lo sé) lo tienes en Chris Ware. Es un genio, eso no lo discute nadie, cada obra suya hace avanzar al medio y obliga trabajar más al lector (especialización). Se mueve en los límites, ensanchando el perímetro. Sus historias son MUY buenas, pero a mí hace tiempo que me interesa más como inventor de recursos que como contador de historias, y estoy seguro de que eso es justo lo contrario de lo que el autor quiere.

2. Boceto "de construcción"
Lo más complicado ya está hecho, a partir de aquí toca documentarse y dibujardibujardibujar. En este punto ya puedo poner la radio y dejar de escuchar Cds, la exigencia intelectual no es tan alta.

Arriba la fase previa, dos páginas formato cuartilla. 
Abajo, a la izquierda el boceto completo del libro, y a la derecha un boceto terminado.

Dibujo a partir de una plantilla estándar que me he hecho a formato reproducción. Trabajar con las dimensiones reales y no directamente en A3, facilita el control sobre las proporciones y ayuda a tener una idea aproximada del aspecto final.
Uso papel barato, con un gramaje inferior a 80gr/cm, así puedo calcar sin necesidad de la mesa de luz, que ha destrozado la vista de muchos dibujantes.
En estos bocetos no tengo en cuenta la línea, me limito a la construcción, y hasta que no está todo cerrado y limpio, no abandono la página. Aquí está casi todo el curro de dibujo, en realidad para mí tienen más valor que los originales. También escribo los diálogos (a falta de un pulido final) para saber cuanto espacio ocuparán.
Última página del capítulo 11: "¿Qué sucederá, Choto?".

 3. Los originales
Ahora sí que puedo poner el piloto automático, lo que resta es pura destreza manual. Para mí es la parte más aburrida del proceso, porque cerrar tanto el boceto casi convierte esta parte en "pasar a limpio". Envidio y admiro a los "dibujantes naturales" tipo Sfar, esa gente siempre se divierte en el tablero, improvisando, pero ese método sólo es apto para superdotados...eso no lo han entendido algunos.
Seguimos: Escaneo el boceto (no importa demasiado la resolución, con 200 pp es suficiente), sustituyo el color negro por azul, reduzco la opacidad y amplío la imagen para imprimirla en el papel de dibujo definitivo (DINA3).
Sobre esa impresión azul hago el "arte final" (en el próximo post hablaré sobre materiales y herramientas de dibujo): retoco algo con lápiz, entinto y hago la rotulación.

Un fragmento del original, bajo la tinta china aún se ve la tinta de impresora azul.

Con el original terminado, ya sólo resta escanear (escala de grises 600pp) y tratar la imagen con photoshop. En mi caso intento dejar el mínimo trabajo posible al ordenador, sólo lo uso para convertir la imagen de escala de grises a mapa de bits (blanco/negro) y maquetarla.

Poco más, espero que este post haya sido de utilidad para alguien.

miércoles, 20 de marzo de 2013

MOLESKINE

 
Casi todos los vestigios del proceso de Nela se encuentran en esta caja reutilizada.
 

A esto me refería en este post, cuando hablaba sobre trabajar en papel malo: agendas caducadas, papel continuo, cuadernos publicitarios, fotocopias reutilizadas... incluso la "libreta ficticia" que hace unos años fabriqué para la imagen de la contraportada de “Sin título.2008-2011” que cerraba su significado.
Soy incapaz de desarrollar la primera parte del trabajo del dibujante (escritura del guión, paginación, abocetado, diseño de personajes, búsqueda de estilo ect...) sobre material de calidad. No acabo de entender por qué, pero me cohíbe trabajar sobre material bueno. Temo equivocarme, tachar, arrancar una hoja, despistarme y llenar dos páginas con tonterías, dibujar en los márgenes... una pila de Moleskines molaría más como introducción al siguiente post, pero mi material bueno está en blanco y colocado en la estantería.
El próximo post tratará sobre todo ese papel que he desperdigado por el suelo en la última foto; hablaremos sobre EL PROCESO. Volverá a tener un tono didáctico asquerosete, porque sigo manteniendo la esperanza de que este blog, además de promocionar mis tebeos, ayude a alguien a desarrollar su historia.

 

domingo, 17 de marzo de 2013

TRABAJO. PAISAJE. FIGURA (2)

 AVISO: Creo que es necesario haber leído Nela y el post anterior para seguir dignamente este texto. Si no lo has hecho, te recomiendo que te centres en las imágenes.


El capítulo V de Marianela es el más descriptivo de todos, nos presenta el contraste entre los diferentes escenarios donde transcurrirá la acción a través de un canto épico a la industria y los tiempos geológicos. Una muestra de documentación propia de los escritos naturalistas.
Representa un pequeño parón, un respiro, un paso atrás antes de entrar en los capítulos 6,7 y 8, donde los adolescentes se declaran.


Yo lo resolví con cuatro páginas casi mudas, siguiendo a Nelita vamos viendo cómo se desarrolla la vida en el pueblo, y la diferencia que existe entre los dos mundos, dedicando dos páginas a cada uno.
Estas páginas quedaron fuera por tres motivos:

1- Todo lo que ocurre en este capítulo, o ha pasado, o va a pasar a lo largo del libro. Además de manera funcional, porque suele mostrarse como "acción secundaria", como fondo, mientras el diálogo se desarrolla por otro lado.
Un amanecer, barracones, trabajo en las minas, maquinaria, mujeres lavando, Nela estudiando su reflejo en el agua (un momento intenso del capítulo VII que, por repetición, perdía fuerza)...Además ya había presentado a Pablo (siguiendo la descripción que aparece en este capítulo) en capítulo 1.
El único elemento nuevo es la presentación (imagen) de Francisco Penáguilas y su hacienda, que lo hice más adelante.

2- Todas las referencias al color, la documentación geológica/industrial y la biografía de Francisco Penáguilas es información accesoria, que además se hacía imposible de mantener sin recurrir a textos de apoyo, algo que me prohibí utilizar desde el inicio.

3- La razón más importante; en Marianela hay 5 capítulos seguidos de "paseo". Desde el V - X, las escenas se desarrollan a partir de personajes caminando. En el original funcionan, porque el narrador interrumpe constantemente la acción para aportar información o reflexiones ajenas. Pero prescindiendo del narrador, tuve que buscar soluciones para que este tramo central no se hiciese aburrido.
La primera; eliminar este capítulo, que además de prescindible desde el punto de vista de la condensación, era una transición que rebajaba la intensidad del contraste entre la vida con la "familia de piedra" y la vida con Pablo.
También reescribí los capítulos IX Historia de dos hijos del pueblo y X Los Golfines para intercambiar sus posiciones y meter una "escena de interior" en medio. De esta forma, sólo tres capítulos seguidos (la declaración) suceden "de paseo".
 NOTA PUBLICITARIA: Salvo desastre nuclear, nunca me he planteado vender originales, al menos no los que aparecen en mis libros. Estos cuatro fueron sacrificados, y por lo tanto, están a su disposición: raycopulido04@hotmail.com



viernes, 15 de marzo de 2013

TRABAJO. PAISAJE. FIGURA (1)


TRABAJO. PAISAJE. FIGURA es el capítulo V de Marianela, el único que no aparece en Nela, aunque su hueco lo hace presente. En el próximo post intentaré explicar cómo lo afronté, y por qué quedó fuera finalmente.
Pero antes, querido lector, para desarrollar mejor esta entrada, me gustaría pedirte un pequeño esfuerzo; lee el capítulo original.
Es cortito, apenas cinco minutos, y lo he adjuntado debajo. Un aperitivo que quizás te convenza para acercarte al texto de Galdós.

***

El humo de los hornos que durante toda la noche velaban respirando con bronco resoplido se plateó vagamente en sus espirales más remotas; apareció risueña claridad por los lejanos términos y detrás de los montes, y poco a poco fueron saliendo sucesivamente de la sombra los cerros que rodean a Socartes, los inmensos taludes de tierra rojiza, los negros edificios. La campana del establecimiento gritó con aguda voz: al trabajo, y cien y cien hombres soñolientos salieron de las casas, cabañas, chozas y agujeros. Rechinaban los goznes de las puertas; de las cuadras salían pausadamente las mulas, dirigiéndose solas al abrevadero, y el establecimiento, que poco antes semejaba una mansión fúnebre alumbrada por la claridad infernal de los hornos, se animaba moviendo sus miles de brazos.
El vapor principió a zumbar en las calderas del gran automóvil, que hacía funcionar a un tiempo los aparatos de los talleres y el aparato de lavado. El agua, que tan principal papel desempeñaba en esta operación, comenzó a correr por las altas cañerías, de donde debía saltar sobre los cilindros.
Risotadas de mujeres y ladridos de hombres que venían de tomar la mañana, precedieron a la faena; y al fin empezaron a girar las cribas cilíndricas con infernal chillido; el agua corría de una en otra, pulverizándose, y la tierra sucia se atormentaba con vertiginoso voltear, rodando y cayendo de rueda en rueda hasta convertirse en fino polvo achocolatado. Sonaba aquello como mil mandíbulas de dientes flojos que mascaran arena; parecía molino por el movimiento mareante; kaleidóscopo por los juegos de la luz, del agua y de la tierra; enorme sonajero, de innumeros cachivaches compuesto por el ruido. No se podía fijar la atención, sin sentir vértigo, en aquel voltear incesante de una infinita madeja de hilos de agua, ora claros y transparentes, ora teñidos de rojo por la arcilla ferruginosa; ni cabeza humana que no estuviera hecha a tal espectáculo; podría presenciar el feroz combate de mil ruedas dentadas que sin cesar se mordían unas a otras, y de ganchos que se cruzaban royéndose, y de tornillos que, al girar, clamaban con lastimero quejido pidiendo aceite.
El lavado estaba al aire libre. Las correas de transmisión venían zumbando desde el departamento de la máquina. Otras correas se pusieron en movimiento y entonces oyóse un estampido rítmico un horrísono compás, a la manera de gigantescos pasos o de un violento latido interior de la madre tierra. Era el gran martillo pilón del taller, que había empezado a funcionar. Su formidable golpe machacaba el hierro como blanda pasta, y esas formas de ruedas, ejes y raíles que nos parecen eternas por lo duras, empezaban a desfigurarse, torciéndose y haciendo muecas, como rostros afligidos. El martillo, dando porrazos uniformes, creaba nuevas formas tan duras como las geológicas, que son obra laboriosa de los siglos. Se parecen mucho, sí, las obras de la fuerza a las de la paciencia.
Hombres negros, que parecían el carbón humanado, se reunían en torno a los objetos de fuego que salían de las fraguas y cogiéndolos con aquella prolongación incandescente de los dedos a quien llaman tenazas, los trabajaban. ¡Extraña escultura la que tiene por genio al fuego y por cincel al martillo! Las ruedas y los ejes de los millares de vagonetes, las piezas estropeadas del aparato de lavado, recibían allí compostura y eran construidos los picos, azadas y carretillas. En el fondo del taller las sierras hacían chillar la madera, y aquel mismo hierro, educado en el trabajo por el fuego, destrozaba las generosas fibras del árbol arrancado a la tierra.
También afuera las mulas habían sido enganchadas a los largos trenes de vagonetes. Veíaselas pasar arrastrando tierra inútil para verterla en los taludes, o mineral para conducirlo al lavadero. Cruzábanse unos con otros aquellos largos reptiles, sin chocar nunca. Entraban por la boca de las galerías, siendo entonces perfecta su semejanza con los resbaladizos habitantes de las húmedas grietas, y cuando en las oscuridades del túnel relinchaba la indócil mula, creeríase que los saurios disputaban chillando. Allá en lo último, en las más remotas cañadas, centenares de hombres golpeaban con picos la tierra para arrancarle, pedazo a pedazo, su tesoro. Eran los escultores de aquellas caprichosas e ingentes figuras que permanecían en pie, atentas, con gravedad silenciosa, a la invasión del hombre en las misteriosas esferas geológicas. Los mineros derrumbaban aquí, horadaban allá, cavaban más lejos, rasguñaban en otra parte, rompían la roca cretácea, desbarataban las graciosas láminas de pizarra psamnita y esquistosa, despreciaban la caliza arcillosa, apartaban la limonita y el oligisto, destrozaban la preciosa dolomia, revolviendo incesantemente hasta dar con el silicato de zinc, esa plata de Europa que, no por ser la materia de que se hacen las cacerolas, deja de ser grandiosa fuente de bienestar y civilización. Sobre ella ha alzado Bélgica el estandarte de su grandeza moral y política. ¡Oh! La hojalata tiene también su epopeya.
El cielo estaba despejado; el sol derramaba libremente sus rayos, y la vasta pertenencia de Socartes resplandecía con súbito tono rojo. Rojas eran las peñas esculturales, rojo el mineral precioso, roja la tierra inútil acumulada en los largos taludes, semejantes a babilónicas murallas; rojo el suelo, rojos los carriles y los vagones, roja toda la maquinaria, roja el agua; rojos los hombres y las mujeres que trabajaban en toda la extensión de Socartes. El color subido de ladrillo era uniforme, con ligeros cambiantes, Y general en todo; en la tierra y las casas, en el hierro y en los vestidos. Las mujeres ocupadas en lavar parecían una pléyade de equivocas ninfas de barro ferruginoso crudo. Por la cañada abajo, en dirección al río, corría un arroyo de agua encarnada. Creeríase que era el sudor de aquel gran trabajo de hombres y máquinas, del hierro y de los músculos.
La Nela salió de su casa. También ella, a pesar de no trabajar en las minas, estaba teñida ligeramente de rojo, porque el polvo de la tierra calaminífera no perdona a nadie. Llevaba en la mano un mendrugo de pan que le había dado la Señana para desayunarse, y comiéndoselo marchaba aprisa, sin distraerse con nada, formal y meditabunda. No tardó en pasar más allá de los edificios, y después de subir el plano inclinado, subió la escalera labrada en la tierra, hasta llegar a las casas de la barriada de Aldeacorba. La primera que se encontraba era una primorosa vivienda infanzona, grande, sólida, alegre, restaurada y pintada recientemente, con cortafuegos de piedra, aleros labrados y ancho escudo circundado de follaje granítico. Antes faltara en ella el escudo que la parra, cuyos sarmientos cargados de hoja parecían un bigote que aquella tenía en el lugar correspondiente de su cara, siendo las dos ventanas los ojos, el escudo la nariz y el largo balcón la boca, siempre riendo. Para que la personificación fuera completa, salía del balcón una viga destinada a sujetar la cuerda de tender ropa, y con tal accesorio la casa con rostro estaba fumándose un cigarro puro. Su tejado era en figura de gorra de cuartel y tenía una ventana de bohardilla que parecía una borla. La chimenea no podía ser más que una oreja. No era preciso ser fisonomista para comprender que aquella cara respiraba paz, bienestar y una conciencia tranquila.
Dábale acceso un patiecillo circundado de tapias y al costado derecho tenía una hermosa huerta. Cuando la Nela entró, salían las vacas que iban a la pradera. Después de cambiar algunas palabras con el gañán, que era un mocetón formidable ... así como de tres cuartas de alto y de diez años de edad, dirigióse a un señor obeso, bigotudo, entrecano, encarnado, de simpático rostro y afable mirar, de aspecto entre soldadesco y campesino, el cual apareció en mangas de camisa, con tirantes, y mostrando hasta el codo los velludos fornidos brazos. Antes que la muchacha hablara, el señor de los tirantes volvióse adentro y dijo:
- Hijo mío, aquí tienes a la Nela.
Salió de la casa un joven, estatua del más excelso barro humano, grave, derecho, con la cabeza inmóvil y los ojos clavados y fijos en sus órbitas, como lentes expuestos en un muestrario. Su cara parecía de marfil, contomeada con exquisita finura; mas teniendo su tez la suavidad de la de una doncella, era varonil en gran manera, y no había en sus facciones parte alguna ni rasgo que no tuviese aquella perfección soberana con que fue expresado hace miles de años el pensamiento helénico. Aun sus ojos puramente escultóricos, porque carecían de vista, eran hermosísimos, grandes y rasgados. Desvirtuábalos su fijeza y la idea de que tras aquella fijeza estaba la noche. Falto del don que constituye el núcleo de la expresión humana, aquel rostro de Antinóo ciego poseía serenidad del mármol, convertido por el genio y el cincel en estatua y por la fuerza vital en persona. Un soplo, un rayo de luz, una sensación bastarían para animar la hermosa piedra, que teniendo ya todas las galas de la forma, carecía tan sólo de la conciencia de su propia belleza, la cual emana de la facultad de conocer la belleza exterior.
Parecía tener veinte años, y su cuerpo sólido y airoso, con admirables proporciones construido; era digno en todo de la sin igual cabeza que sustentaba. Jamás se vio incorrección más lastimosa de la Naturaleza, que la que tan acabado tipo de la humana forma representaba, recibiendo por una parte admirables dones y siendo privado por otra de la facultad que más comunica al hombre con sus semejantes y con el maravilloso conjunto de todo lo creado. Era talla incorrección, que aquellos prodigiosos dones quedaban como inútiles, del mismo modo que si al ser creadas todas las cosas, hubiéralas dejado el Hacedor a oscuras, para que no pudieran recrearse en sus propios encantos. Para que la imperfección ¡ira de Dios! fuese más manifiesta, había recibido el joven portentosa luz interior, un entendimiento de primer orden. Esto y carecer de la facultad de percibir la idea visible, que es la forma, siendo al mismo tiempo divino como un ángel, hermoso como un hombre y ciego como un vegetal, era fuerte cosa ciertamente. No comprendemos ¡ay!, el secreto de estas horrendas incorrecciones. Si lo comprendiéramos se abrirían para nosotros las puertas que ocultan primordiales misterios del orden moral y del orden físico; comprenderíamos el inmenso misterio de la desgracia, del mal, de la muerte, y podríamos medir la perpetua sombra que sin cesar sigue al bien y a la vida.
Don Francisco Penáguilas, padre del joven, era un hombre más que bueno, era inmejorable, superiormente discreto, bondadoso, afable, honrado y magnánimo, no falto de instrucción. Nadie le aborreció jamás; era el más respetado de todos los labradores ricos del país, y más de una cuestión se arregló por la mediación, siempre inteligente, del señor de Aldeacorba de Suso. La casa en que le hemos visto fue su cuna. Había estado de joven en América, y al regresar a España sin fortuna, había entrado a servir en la Guardia Civil. Retirado a su pueblo natal, donde se dedicaba a la labranza y a la ganadería, heredó regular hacienda, y en la época de nuestra historia acababa de heredar otra muy grande.
Su esposa, que era andaluza, había muerto en edad muy temprana, dejándole un solo hijo, que desde el nacer demostró hallarse privado en absoluto del más precioso de los sentidos. Esto fue la pena más aguda que amargó los días del buen padre. ¿Qué le importaba allegar riqueza y ver que la fortuna favorecía sus intereses y sonreía en su casa? ¿Para quién era esto? Para quien no podía ver ni las gordas vacas, ni las praderas risueñas, ni las repletas trojes, ni la huerta cargada de frutas. Don Francisco hubiera dado sus ojos a su hijo, quedándose él ciego el resto de sus días, si esta especie de generosidades fuesen practicables en el mundo que conocemos; pero como no lo son, no podía D. Francisco dar realidad al noble sentimiento de su corazón, sino proporcionando al desgraciado joven todo cuanto pudiera hacerle agradable la oscuridad en que vivía. Para él eran todos los cuidados y los infinitos mimos y delicadezas cuyo secreto pertenece a las madres, y algunas veces a los padres, cuando faltan aquellas. Jamás contrariaba a su hijo en nada que fuera para su consuelo y entretenimiento en los límites de lo honesto y moral. Divertíale con cuentos y lecturas; tratábale con solícito esmero, atendiendo a su salud, a sus goces legítimos, a su instrucción y a su educación cristiana, porque el señor de Penáguilas, que era un sí es no es severo de principios, decía: No quiero que mi hijo sea ciego dos veces.
Viéndole salir, y que la Nela le acompañaba fuera, díjoles cariñosamente:
- No os alejéis hoy mucho. No corráis ... Adiós.
Miróles desde la portalada hasta que dieron vuelta a la tapia de la huerta. Después entró, porque tenía que hacer varias cosas; escribir una esquela a su hermano Manuel, ordeñar una vaca, podar un árbol y ver si había puesto la gallina pintada.



jueves, 14 de marzo de 2013

CUATRO RESEÑAS.

Rastreando en internet (mientras preparo el siguiente post largo, no me estoy escaqueando), he dado con cuatro reseñas de Nela que en su momento se me habían escapado.

Diario de lectura de cómics de Jiro Taniguchi.
Leer es vital.
Intereconomía.
Las calles de Venecia (revista digital de Muga).

Muchas gracias a todos los implicados por su atención.


lunes, 11 de marzo de 2013

NELA EN RNE (edición Canarias)

Una breve (pero densa) entrevista para el programa que dirige y presenta Sergio De La Rosa Canarias Mediodía, el programa de radio regional más veterano en Canarias.
A las 12:30, seis minutitos de Nela para abrir el estómago.

El podcast AQUÍ.

NELA EN PÁGINA 2

Sorpresa: Un Nela gigantesco apareció anoche en el página 2, el programa dominical que habla de libros y literatura en la 2.
La entrevista con Rosa Montero está muy bien, pero si queréis saltar directamente a la recomendación de Nela, llevad el cursor hasta el minuto 20.

sábado, 9 de marzo de 2013

PANORAMA

El 24 de Marzo verá la luz PANORAMA: La novela gráfica española hoy.
Una antología que recopilará historietas cortas (6-12 páginas) y originales, de una serie de autores seleccionados por Santiago García. Además incluirá notas biográficas y reseñas a cargo de Alberto García Marcos, Gerardo Vilches y el citado Santiago.
Entre los autores  hay premios nacionales, premios a mejor obra o autor revelación en el Saló, Becas Alhóndiga (extinta este año), premios Fnac-Sinsentido y reconocimientos varios a lo largo de la geografía nacional.

Dejando lo polémico del título aparte, este tipo de proyectos nacen sabiendo que son imperfectos (que siempre es mejor que nonato). Cada lector es un crítico-editor en potencia, capaz de confeccionar una lista que seguramente será distinta a las de los demás. Ahí hay poco que hacer. ¿Prefieres jugar en esta cancha, o no tener ninguna?.
No les voy a engañar, ser uno de los seleccionados me ha hecho mucha ilusión, siempre había estado un poco fuera de "la pomada" (vamos, que no me han llamado para nada), y si el capitán-de-uno me elige, yo juego, aunque sea de portero.


Cambio de tercio: si estoy hablando de PANORAMA en el blog, es porque mi colaboración tiene que ver con Nela. Nueve páginas de ambigüedad, donde "pervierto" a alguno de los personajes de Marianela, es lo que tiene escribir guiones propios para personajes ajenos. Que don Benito me perdone.
Aquí la primera página:
 PANORAMA era un proyecto pensado para estrenarse en el salón de cómic de Barcelona (11-14 abril). Pero como explica el propio Santiago, una planificación optimista dió paso a los tiempos reales de producción. Una pena, este año asistiré al salón, y una sesión de firmas conjunta me hubiera dado la oportunidad de conocer al resto de implicados.

viernes, 8 de marzo de 2013

GALDÓS, UNAMUNO

Como los lectores de Nela saben, al final del libro añadí un texto titulado "Un prólogo fuera de sitio: cinco notas sobre Galdós, Marianela y su adaptación". No es un epílogo, el tebeo ya tienen uno, es un prólogo que, por contener algunos spoilers, rotó su posición.
La idea de añadir un texto, estaba desde el origen . Y la inspiró (al igual que la portada) la edición de Marianela que utilicé para hacer la adaptación: CÁTEDRA,1984, edición de Joaquín Casalduero. Este libro incluye un extenso texto, más de 40 páginas, que, por costumbre y respeto formal está (mal) situado al principio, destripando el argumento.
Joaquín Casalduero escribe  sobre la vida de Galdós y el significado que tuvo en su obra la revolución de 1868. También desgrana la complejidad de Marianela y sugiere las influencias que pudo tener Don Benito al redactar el texto: L'intelligence de Taine y la obra de Auguste Comte. Además de la coincidencia temporal con una serie de artículos sobre los avances en oftalmología (en esa época se amplió mucho el porcentaje de éxito en las operaciones de cataratas).
Redactando un texto para Nela, quise añadir un plus, un extra que contextualizara pero que caminase por una senda aparte. Aporta información (que creo) interesante, pero no indispensable para leer el tebeo, que funciona de manera independiente. No se trata de una "justificación", por tener un supuesto complejo de inferioridad con respecto a otros medios, simplemente, creo que la mezcla ayuda a redondear el libro.
Al lío: Una de las decisiones más radicales que tomé al inicio de la adaptación, fue eliminar la voz del narrador. Diluir a Galdós en la voz de sus personajes, sobre todo en la del médico, Teodoro Golfín, ya que su forma de expresarse es muy parecida. En mi soberbia, creí atisbar por qué este texto no acaba de funcionar como libro-llave a la obra de Galdós, y éste era uno de los elementos clave. Como suele pasar, hacia la mitad del proceso empiezas a dudar: ¿estos cambios afectan al sentido de la novela? ¿y al tono? ¿me estoy pasando de listo?. Justo cuando enfilaba el buque hacia la tormenta perfecta, dí con un artículo que sentí como una palmadita en la espalda.

GALDÓS Y UNAMUNO EN LA MISMA HOGUERA (2007-2008), escrito por Yolanda Arencibia, investigadora que, como muestra su trayectoria, se ha ganado el ser reconocida como punta de lanza galdosiana a nivel global.
El artículo relata el acoso que sufrieron Galdós y Unamuno por parte del obispo de Canarias, Antonio Pildain Zapiain, que (con razón) los acusaba de anticlericales. También muestra la relación que hubo entre los escritores, cercana y admirativa al comienzo, fría y crítica más tarde. El artículo está redactado a partir de una sólida investigación, pero hacia el final toma partido (quizás demasiado) por Galdós. En cualquier caso, la pieza es una joya.
Este texto tuvo un sentido especial para mí, porque estos dos escritores están en lo más alto de mi consideración, en pugna por la primera plaza nacional. De hecho, siempre he pensado que las novelas cortas de Unamuno (Abel Sánchez o San Manuel Bueno, mártir, por citar dos ejemplos), por su estilo más directo, funcionarían mejor que las de Galdós como llave para entrar en la literatura clásica española. Son puras tripas, no hacen concesiones, lo que también las hace inadaptables, al menos como yo concibo la adaptación. Leyendo, por ejemplo, Abel Sánchez (un análisis de la envidia que parte del tema bíblico de Caín y Abel) puedes notar tu propia bilis en la garganta. Te aseguro, querido lector, que si empiezas a leer a Unamuno por aquí (sólo requiere una o dos tardes), será el primero de muchos de sus libros que devores.
Unamuno define el estilo de Galdós como "el espíritu a-trágico", parafraseando partes del artículo que incluye testimonios directos del escritor vasco:

"(...)¡Aquellos inacabables monólogos, llenos de estribillos, muletillas y frases hechas! Se vive, se imagina y se siente hoy muy aprisa para soportar eso. Me parece que hoy Galdós cansa a los lectores españoles".

"(...) Yo creo que quién crea personajes muere con ellos, se entierra con ellos; todo Galdós al soñar con ellos, al crearlos, se hallaba borrado, difuminado en ellos".

Sin estar del todo deacuerdo, ya que en su extensa trayectoria Galdós fue depurando su estilo. En el caso de Marianela, si que aún acusa de los males que menciona Unamuno. Pero, como he dicho, para Nela, este artículo tiene un valor simbólico muy importante. Marcó un punto de inflexión, llegó en un momento clave del proceso, y me aportó la seguridad suficiente como para seguir atravesando esta senda.
Gracias doña Yolanda, gracias don Miguel.

Para amenizar un poco estos post-textuales, iré desvelando algunos de los HOMENAJES que rendí en el tebeo. El primero (y más obvio, si eres lector de cómics), el que le hice al Little King, de Otto Soglow: un genio de la síntesis, la composición y el uso narrativo de los cambios de dirección entre viñetas. Todos las noches le enciendo una velita.







jueves, 7 de marzo de 2013

PRIMERA SESIÓN DE FIRMAS.

Mañana, día 8 de marzo, estaré firmando (y dibujando) Nelas en la Librería Moebius. Para el que no la conozca, se encuentra en la calle Peregrina, la peatonal que está entre las terrazas del Monopol y la biblioteca de las ranas.
Será por la tarde, empezaré un poco antes de las 6:00 y terminaré con el cierre, a las 8:00.
Prometo hacer dibujines que se confundan con viñetas como éste que le dediqué a Elisa:


Al contrario de Lola Flores, yo diré: "¡Si me queréis (VEN)irse!"

miércoles, 6 de marzo de 2013

NELA EN ROCKDELUXE

Reseña en el número de marzo 2013.
Nick Cave en la portada, y un discazo que recopila lo mejor de la cosecha nacional.
Canciones como ésta:

Muchas gracias a Gerardo Vilches, que, como Romario, es capaz de revolverse en un baldosa, condensando muchas ideas e información.  Qué decir de ROCKDELUXE, desde que en 2008 publiqué Sordo, han estado poniendo el foco sobre mi trabajo, no sé como agradecerlo.


martes, 5 de marzo de 2013

ENTREVISTA PARA RTVE.ES

No me acaba de convencer el formato de entrevista parafraseada (sin incluir las preguntas), pero lo cierto es que está muy bien ligada.
Hay algún que otro cogotazo (no cocotazo, que la cabeza es sagrada), pero me quedé a gusto.
Gracias a Jesús Jiménez por la paciencia y dedicación.

La entrevista AQUÍ.

lunes, 4 de marzo de 2013

NELA EN DIARIO DE AVISOS

Manuel Darias no podía faltar a su cita, esta vez, poniendo el foco sobre esta Nela.
Muchas Gracias a don Manuel, que desde SORDO en 2008, siempre ha tenido palabras y espacio para mi trabajo.

domingo, 3 de marzo de 2013

SE BUSCA ESTILO

Con el guión escrito, los personajes diseñados y el tono definido, toca encontrar el estilo.
Mi método es bastante rudimentario; dibujar y dibujar sobre papel malo (los motivos los dejo para otro post), ir probando cosas y analizando el resultado. Encuentro el punto a base de repetir viñetas que poco a poco se van depurando y, si hay suerte, llegan a algo. Lo más difícil (el gran peligro) de trabajar solo (de ahí el título del blog), es decidir cuando abandonar este tipo de dinámica, es muy fácil ir saltando de un bucle a otro. He redibujado tebeos enteros.
Me callo ya, y cuelgo algunas viñetas de pruebas descartadas. Sin retocar, directas del escáner.

1. Tinta y texturas de lápiz.



2. Pruebas sobre la iluminación ¿Añadiría sombras en los personajes?

3.- Dudas sobre onomatopeyas y texturas.


  4.- Buscando soluciones para las "ondas sobrenaturales", que van en bitono ocre. Ninguno entró.


 5.- Un página que sólo quedó en línea.

En otra vida, me reencarnaré en un árbol, en lo mejor de mi existencia me convertirán en pulpa y fabricarán papel. Espero que no sea higiénico.






viernes, 1 de marzo de 2013

NELA EN EL PAÍS

Nela en El País.
Hoy ha sido un día raro, esta mañana, mientras colgaba un post que me llevó mucho tiempo y trabajo, me sentí como Juan el bautista, predicando en el desierto.
Entonces me encuentro con una mega-reseña de Gerardo Vilches, y la atención de ese gran altavoz que es El País.
El texto es cortito, y quizás destripa demasiado, es un megaspoiler del argumento. Aunque creo que en Nela eso no es lo más interesante. De modo que si no has leído el tebeo, casi mejor espera a hacerlo.
Menudo 1 de Marzo, a mis amigüitos del facebook los voy a volver locos. En breve iniciarán una quema de Nelas.

La reseña AQUÍ.


LA PORTADA

Toda portada busca (o debería) el equilibrio entre; destacar sobre las demás y ser fiel al contenido del libro. La cantidad de novedades mensuales hacen muy complicada esta tarea, existen mil estrategias para intentar llamar la atención del lector potencial. Cada autor cree tener la fórmula mágica, aquí intentaré explicar la mía.


El objeto: Nela tiene el formato más utilizado actualmente 17x24 cm, esta uniformidad tiende a hacerlo desaparecer en las estanterías. Además tiene tapa dura, un aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de diseñar. De hecho, la ilustración escogida no tendría sentido sobre un soporte flexible; la simplicidad de su línea y composición (triángulo, cuadrado, círculo) pedía presencia física (peso), y la imposibilidad de deformar la imagen al manipular la cubierta. Si desde la editorial no me hubieran dado más opción que la tapa blanda, la ilustración hubiera tenido más que ver con el descarte del que hablábamos en este post.

La idea: Reclamar atención a base de simplificación y sobriedad. No me gusta el término "minimalismo" (que hace unos años se usaba para casi todo), pero eso de "menos es más", me sigue haciendo gracia.
Hay bastantes autores que diseñan portadas intentando evitar los clichés propios del cómic. Buscan inspiración fuera del medio, mirando, principalmente, hacia la literatura ( la novela sin "gráfica"). Para Nela intenté ir un paso más allá, tratando de emular el diseño de las colecciones de bolsillo, mucho más austeras. Me centré, especialmente, en la colección Letras hispánicas de CÁTEDRA, su Marianela (edición de Joaquín Casalduero, 1984), fue la que utilicé para hacer la adaptación.


El proceso: El primer dibujo que empezaba a tener algún sentido, apareció tras muchas vueltas, prácticamente cuando el proyecto estaba a la mitad. Desde entonces, este pedacito de papel, fue lo único que me permití tener pegado en el tablero de dibujo. Sirvió de guía, recordándome el tono gráfico que debía mantener.

Cuando tocó hacer realidad la ilustración, dado el grado de simplicidad, era obvio que necesitaría echar mano de la GEOMETRÍA y PROPORCIONALIDAD (si alguno de mis alumnos me está leyendo, probablemente ya se esté llevando las manos a la cabeza). Como todo dibujante-diseñador sabe, cuanto más sencillo (puro, abstracto) es el resultado, más complicado es el proceso. Aquí, la base geométrica de la portada.

Para ayudarme con la explicación, he montado el siguiente panel (siento ponerme tan didáctico).
 PROPORCIONALIDAD:
A la derecha, las teorías en las que me apoyé para realizar la portada:
1.- Abajo, el rectángulo áureo de Euclídes. Lo utilicé (dentro de lo posible) para hacer la composición general: dividí el formato rectangular (17x24 cm) en un cuadrado (casi) perfecto, donde colocaría el bocadillo con los créditos, dejando el rectángulo inferior para la ilustración triángular.
2.- En la parte de arriba, el típico esquema que todo manual de dibujo tiene incluido en el capítulo dedicado a las proporciones de la cabeza humana. Sólo utilicé el que aparece con fondo amarillo, que enseña a proporcionar nariz y boca a través de un triángulo (azul en el boceto). El vértice superior nace a la altura de los ojos, y el ancho de la nariz delimita el tamaño que debe tener la boca, para que el conjunto sea armónico.
GEOMETRÍA:
Tras aplicar la sección aúrea, dividí verticalmente el espacio en dos partes iguales, quedando cuatro rectángulos, iguales dos a dos. Tracé las diagonales de los inferiores (verde), obteniendo el centro geométrico de dichos rectángulos (la circunferencia roja que está más abajo). Al pasar por esos puntos una recta horizontal y otra vertical obtuve, por un lado, el punto donde estaría el ojo, y por otro, la línea (roja) que delimita la altura en la que estaría la parte inferior de la nariz.
Para hacer los arcos que forman la cara (la línea de la mandíbula), prolongué las líneas que delimitaban la boca-nariz (amarillo en el lado izquierdo) hasta cortar el margen inferior. Esos serían los puntos es de inicio, que marcan el radio de los arcos, cuyos ejes (rojo) se encuentran donde deberían estar los ojos.
Me hubiera gustado que el triángulo que separa el pelo de la cara fuera equilátero, pero no quedaba bien, por el mismo motivo, tampoco la sección aúrea es perfecta, tiene una pequeña modificación.
Centrémonos en el cuadrado superior: Los puntos que surgen del corte entre las diagonales de los rectángulos y la prolongación de líneas verticales a partir de los ojos (ejes-rojo), delimitan el ancho de la pastilla donde van los créditos. También delimitaban su ubicación en el espacio. La diagonal del "rabo"del bocadillo (rojo //) es paralelo al lado derecho del triángulo que delimitaba el pelo.
ESCAPAR DEL FRÍO:
La geometría y proporcionalidad, son muy útiles para estructurar el espacio. Pero una simetría perfecta puede dejar la imagen sin vida. Aquí corría ese peligro, y nada más lejos del contenido del tebeo. Para "escapar del frío", aparte de entintar a mano alzada todos los elementos (lo más obvio), hice unas pequeñas modificaciones; descentré mínimamente al rabo del bocadillo, para que el vértice inferior no coincidiera en el centro con vértice superior del triángulo del la cara, también hay un renglón en el texto que no está perfectamente centrado.
Son pequeños detalles, imperceptibles si no te sientas a analizar con calma la imagen, creo que dan vida a esta portada.
GRATA SORPRESA:
Al empezar a ver la portada circulando por internet, me llevé una grata sorpresa. Casi todas las webs recortaron la portada, quedándose con la parte inferior, el triángulo que representa la cara de Nela. Dos formas, dos líneas, tres colores. En su simplicidad, destacaba sobre el resto de imágenes. En otro post comentaré algo sobre el simbolismo del triángulo, que tiene su miga.

Menudo rollo que he soltado, como no te dediques a esto, o no te interese la teoría de la imagen, este post habrá resultado infernal. Prometo seguir con la tortura.