sábado, 23 de marzo de 2013

EL PROCESO

Para defraudar a los buscadores de internet he hecho un poco de trampa con el título de este post. UN PROCESO sería el título correcto. Si entraste en el blog pensando encontrar material para quitarte de encima un trabajo sobre Kafka...
Este post está exclusivamente dedicado al proceso que sigo al dibujar, desde el primer boceto hasta que dejo la página lista para imprenta. No hablaré sobre guionización o adaptación, sólo un poco sobre narración.
Es un proceso bastante antiguo, antes se hacía usando fotocopiadoras. Si eres dibujante, probablemente lo que cuento aquí lo sabrás de sobra, aún así, quizás encuentres algún matiz que sea útil en tu trabajo.
Yo intento escribir el blog que me gustaría leer.

Empecemos:

1. Boceto previo: 
Como comenté en el post anterior, yo aprovecho todo el soporte que pillo. Esta Autopista hacia el cielo de papel continuo son mis bocetos previos. Para mí, es la parte más importante del proceso, donde haces real lo abstracto, volcando sobre el papel lo que tienes en la cabeza. Empiezas a jugar con las piezas, ahí distribuyes la información, el tiempo, el ritmo, la composición, la dirección... y añades la primera versión de los diálogos. Muchas ideas que apriori parecían geniales no pasan este filtro, se convierten en absurdas o trilladas, y verlo sobre papel a veces es la mejor manera de asimilarlo.

En esta imagen están los bocetos de seis páginas, con borrador de los diálogos incluido. Las tres últimas páginas del capítulo 11 y las tres primeras del 12. Yo planifico de dos en dos, las páginas enfrentadas tal y como las verá el futuro lector. Creo que es la mejor manera de tener una visión global de la composición y la narración. En la medida de lo posible, intento que la doble página sea mi "unidad mínima",  abriendo fuerte y cerrando a través de un gancho que "obligue" al lector a pasar a la siguiente unidad.
A veces, hay escenas que soy incapaz (en este caso al ser los dos primeros capítulos me encontraba inseguro) de "ver" sin colocar las masas de negro, entonces hago algo parecido a lo que muestro en la siguiente imagen. Pero eso no es habitual, en general puedo componer sin necesidad de colocar los negros.

 Resumen de la composición de los dos primeros capítulos (DIN A3).

Como había comentado antes, ésta es la parte más delicada del proceso. Yo no suelo abocetar más de seis páginas en un buen día. Requiere mucha concentración, y hacer más, al menos para mí, supone poner el piloto automático y cometer el error de transformar el tebeo en un storyboard. En cada "unidad mínima" intento deslizar al menos una idea narrativa o simbólica (experimentación personal) que case con lo que estoy contando. Lo difícil ahí es encontrar el equilibrio entre lo que cuentas y cómo lo cuentas, a veces las soluciones son tan sofisticadas que te sacan de la historia. Un ejemplo (muy poco popular, ya lo sé) lo tienes en Chris Ware. Es un genio, eso no lo discute nadie, cada obra suya hace avanzar al medio y obliga trabajar más al lector (especialización). Se mueve en los límites, ensanchando el perímetro. Sus historias son MUY buenas, pero a mí hace tiempo que me interesa más como inventor de recursos que como contador de historias, y estoy seguro de que eso es justo lo contrario de lo que el autor quiere.

2. Boceto "de construcción"
Lo más complicado ya está hecho, a partir de aquí toca documentarse y dibujardibujardibujar. En este punto ya puedo poner la radio y dejar de escuchar Cds, la exigencia intelectual no es tan alta.

Arriba la fase previa, dos páginas formato cuartilla. 
Abajo, a la izquierda el boceto completo del libro, y a la derecha un boceto terminado.

Dibujo a partir de una plantilla estándar que me he hecho a formato reproducción. Trabajar con las dimensiones reales y no directamente en A3, facilita el control sobre las proporciones y ayuda a tener una idea aproximada del aspecto final.
Uso papel barato, con un gramaje inferior a 80gr/cm, así puedo calcar sin necesidad de la mesa de luz, que ha destrozado la vista de muchos dibujantes.
En estos bocetos no tengo en cuenta la línea, me limito a la construcción, y hasta que no está todo cerrado y limpio, no abandono la página. Aquí está casi todo el curro de dibujo, en realidad para mí tienen más valor que los originales. También escribo los diálogos (a falta de un pulido final) para saber cuanto espacio ocuparán.
Última página del capítulo 11: "¿Qué sucederá, Choto?".

 3. Los originales
Ahora sí que puedo poner el piloto automático, lo que resta es pura destreza manual. Para mí es la parte más aburrida del proceso, porque cerrar tanto el boceto casi convierte esta parte en "pasar a limpio". Envidio y admiro a los "dibujantes naturales" tipo Sfar, esa gente siempre se divierte en el tablero, improvisando, pero ese método sólo es apto para superdotados...eso no lo han entendido algunos.
Seguimos: Escaneo el boceto (no importa demasiado la resolución, con 200 pp es suficiente), sustituyo el color negro por azul, reduzco la opacidad y amplío la imagen para imprimirla en el papel de dibujo definitivo (DINA3).
Sobre esa impresión azul hago el "arte final" (en el próximo post hablaré sobre materiales y herramientas de dibujo): retoco algo con lápiz, entinto y hago la rotulación.

Un fragmento del original, bajo la tinta china aún se ve la tinta de impresora azul.

Con el original terminado, ya sólo resta escanear (escala de grises 600pp) y tratar la imagen con photoshop. En mi caso intento dejar el mínimo trabajo posible al ordenador, sólo lo uso para convertir la imagen de escala de grises a mapa de bits (blanco/negro) y maquetarla.

Poco más, espero que este post haya sido de utilidad para alguien.