viernes, 1 de marzo de 2013

LA PORTADA

Toda portada busca (o debería) el equilibrio entre; destacar sobre las demás y ser fiel al contenido del libro. La cantidad de novedades mensuales hacen muy complicada esta tarea, existen mil estrategias para intentar llamar la atención del lector potencial. Cada autor cree tener la fórmula mágica, aquí intentaré explicar la mía.


El objeto: Nela tiene el formato más utilizado actualmente 17x24 cm, esta uniformidad tiende a hacerlo desaparecer en las estanterías. Además tiene tapa dura, un aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de diseñar. De hecho, la ilustración escogida no tendría sentido sobre un soporte flexible; la simplicidad de su línea y composición (triángulo, cuadrado, círculo) pedía presencia física (peso), y la imposibilidad de deformar la imagen al manipular la cubierta. Si desde la editorial no me hubieran dado más opción que la tapa blanda, la ilustración hubiera tenido más que ver con el descarte del que hablábamos en este post.

La idea: Reclamar atención a base de simplificación y sobriedad. No me gusta el término "minimalismo" (que hace unos años se usaba para casi todo), pero eso de "menos es más", me sigue haciendo gracia.
Hay bastantes autores que diseñan portadas intentando evitar los clichés propios del cómic. Buscan inspiración fuera del medio, mirando, principalmente, hacia la literatura ( la novela sin "gráfica"). Para Nela intenté ir un paso más allá, tratando de emular el diseño de las colecciones de bolsillo, mucho más austeras. Me centré, especialmente, en la colección Letras hispánicas de CÁTEDRA, su Marianela (edición de Joaquín Casalduero, 1984), fue la que utilicé para hacer la adaptación.


El proceso: El primer dibujo que empezaba a tener algún sentido, apareció tras muchas vueltas, prácticamente cuando el proyecto estaba a la mitad. Desde entonces, este pedacito de papel, fue lo único que me permití tener pegado en el tablero de dibujo. Sirvió de guía, recordándome el tono gráfico que debía mantener.

Cuando tocó hacer realidad la ilustración, dado el grado de simplicidad, era obvio que necesitaría echar mano de la GEOMETRÍA y PROPORCIONALIDAD (si alguno de mis alumnos me está leyendo, probablemente ya se esté llevando las manos a la cabeza). Como todo dibujante-diseñador sabe, cuanto más sencillo (puro, abstracto) es el resultado, más complicado es el proceso. Aquí, la base geométrica de la portada.

Para ayudarme con la explicación, he montado el siguiente panel (siento ponerme tan didáctico).
 PROPORCIONALIDAD:
A la derecha, las teorías en las que me apoyé para realizar la portada:
1.- Abajo, el rectángulo áureo de Euclídes. Lo utilicé (dentro de lo posible) para hacer la composición general: dividí el formato rectangular (17x24 cm) en un cuadrado (casi) perfecto, donde colocaría el bocadillo con los créditos, dejando el rectángulo inferior para la ilustración triángular.
2.- En la parte de arriba, el típico esquema que todo manual de dibujo tiene incluido en el capítulo dedicado a las proporciones de la cabeza humana. Sólo utilicé el que aparece con fondo amarillo, que enseña a proporcionar nariz y boca a través de un triángulo (azul en el boceto). El vértice superior nace a la altura de los ojos, y el ancho de la nariz delimita el tamaño que debe tener la boca, para que el conjunto sea armónico.
GEOMETRÍA:
Tras aplicar la sección aúrea, dividí verticalmente el espacio en dos partes iguales, quedando cuatro rectángulos, iguales dos a dos. Tracé las diagonales de los inferiores (verde), obteniendo el centro geométrico de dichos rectángulos (la circunferencia roja que está más abajo). Al pasar por esos puntos una recta horizontal y otra vertical obtuve, por un lado, el punto donde estaría el ojo, y por otro, la línea (roja) que delimita la altura en la que estaría la parte inferior de la nariz.
Para hacer los arcos que forman la cara (la línea de la mandíbula), prolongué las líneas que delimitaban la boca-nariz (amarillo en el lado izquierdo) hasta cortar el margen inferior. Esos serían los puntos es de inicio, que marcan el radio de los arcos, cuyos ejes (rojo) se encuentran donde deberían estar los ojos.
Me hubiera gustado que el triángulo que separa el pelo de la cara fuera equilátero, pero no quedaba bien, por el mismo motivo, tampoco la sección aúrea es perfecta, tiene una pequeña modificación.
Centrémonos en el cuadrado superior: Los puntos que surgen del corte entre las diagonales de los rectángulos y la prolongación de líneas verticales a partir de los ojos (ejes-rojo), delimitan el ancho de la pastilla donde van los créditos. También delimitaban su ubicación en el espacio. La diagonal del "rabo"del bocadillo (rojo //) es paralelo al lado derecho del triángulo que delimitaba el pelo.
ESCAPAR DEL FRÍO:
La geometría y proporcionalidad, son muy útiles para estructurar el espacio. Pero una simetría perfecta puede dejar la imagen sin vida. Aquí corría ese peligro, y nada más lejos del contenido del tebeo. Para "escapar del frío", aparte de entintar a mano alzada todos los elementos (lo más obvio), hice unas pequeñas modificaciones; descentré mínimamente al rabo del bocadillo, para que el vértice inferior no coincidiera en el centro con vértice superior del triángulo del la cara, también hay un renglón en el texto que no está perfectamente centrado.
Son pequeños detalles, imperceptibles si no te sientas a analizar con calma la imagen, creo que dan vida a esta portada.
GRATA SORPRESA:
Al empezar a ver la portada circulando por internet, me llevé una grata sorpresa. Casi todas las webs recortaron la portada, quedándose con la parte inferior, el triángulo que representa la cara de Nela. Dos formas, dos líneas, tres colores. En su simplicidad, destacaba sobre el resto de imágenes. En otro post comentaré algo sobre el simbolismo del triángulo, que tiene su miga.

Menudo rollo que he soltado, como no te dediques a esto, o no te interese la teoría de la imagen, este post habrá resultado infernal. Prometo seguir con la tortura.