viernes, 16 de septiembre de 2016

HISTORIA DE UNA PÁGINA


Abordamos un clásico en todo blog de tebeos, el post donde el autor explica su método de trabajo. 

El primer libro del que se habla en este blog, Sin título.2008-2011, era un tebeo experimental. Un ensayo sobre lo que sabía (y que no ha variado demasiado) hace cinco años sobre cómo contar una historia a través del cómic. Mezclaba dibujo con fotografía, lo que hacía que el proceso aparentemente fuera el más extraño, digo aparentemente porque en realidad la base de mi trabajo es siempre la misma.
En Nela es una adaptación, trabajé a partir de un texto ajeno. Creo que es una manera ideal de trabajar; partes de un material de calidad y haces lo que quieras con él, sin negociar con el guionista. El único filtro es la autocrítica, pero por encima de todo, el respeto que le tengas al autor del texto original. 
Lamia tiene un guión original, es mi visión de una historia académica (inicio-nudo-desenlace). Sin embargo, es el tebeo en el que más he experimentado desde el punto de vista del proceso. No lo digo por las imágenes que siguen abajo, ese es mi proceso habitual (visualización, boceto previo, bocetos de construcción, página final), sino porque es mi primer guión escrito. Me explico, siempre he "escrito" tomando notas y dibujando al mismo tiempo, resolviendo la historia de manera visual. Durante meses reúno notas y las conecto con pequeñas escenas que voy dibujando para ir dando forma al guión. Con Lamia quería probar un proceso mental distinto; escribir como lo haría un guionista, pero intentando minimizando aún más la parte visual. Simplemente apuntando una nota de la situación inicial de cada capítulo y dialogando (sobre-dialogando en realidad, luego al visualizar viene la poda), sin pensar en cómo lo voy a resolver gráficamente. ¿Por qué ese cambio? a veces tengo la sensación de que el subconsciente nos traiciona, nos hace vagos, evita las complicaciones futuras que aparecerán en el tablero de dibujo (el tiempo y esfuerzo que nos llevará dibujar escenas complejas). Romper con esta dinámica para salir de esa "zona de comfort" exige mucha concentración...y trabajar en el ordenador, con un lápiz en la mano es imposible desconectar el automatismo de garabatear. Yo defiendo que, ante todo, el cómic es un medio visual (o debería serlo), incluyo texto cuando no hay más remedio, cuando no encuentro otra manera de transmitir la información, así que conceder que el origen de todo sea un texto es una apuesta radical. 
No quiero explicar mucho más este punto, aún estoy en fase de analizar cómo ha afectado al resultado, creo que es un cambio profundo y merece un post independiente...cuando acabe de sacar conclusiones.

Me dejo de historias, les dejo un resumen del proceso.

1. Texto del guión:

V1.- EXTERIOR DÍA. 
Laia camina hacia su trabajo. Plano de Barcelona en los 40s, una calle amplia tipo Vía Laietana. Vemos claramente el edificio de Radio Barcelona (nota: el diseño del logo será importante).

V2.- INTERIOR, RECEPCIÓN DE RB.
Doña Francisca, la recepcionista (42) tras el mostrador con cara de pocos amigos. A su izquierda, la puerta del despacho del director del programa, el padre Blas.

Recepcionista: Doña Eulalia, ser educada también es ser puntual (o viceversa).
Laia (asfixiada): Buff! lo siento ¿ya están todas?

2. Visualización:

Vamos a la primera imagen, directamente sacada del bloc Nela/Lamia. La primera versión está dentro del recuadro rojo. En un principio decidí hacer pastillas largas y estrechas para colocar los títulos, lo que definía la composición de la primera página de cada capítulo, más tarde cambié de idea. En esta  versión decidí que la primera viñeta ocupase toda la página, por eso de presentar/ambientar la acción de manera espectacular, pasando el resto a la página siguiente. Luego pensé que eso iba en contra del concepto de condensación que intento practicar, preferí sacrificar la espectacularidad a dejar pasar una página con tan poca información.
La segunda versión está bajo el recuadro, son tres viñetas, la segunda no existía en el guión, la añadí para presentar mejor el espacio de la recepción, que será muy importante. Además enseña el motivo por el que Laia llega asfixiada. En la tercera viñeta añado un bocadillo que muestra una de las batallas diarias de Laia.


3. Documentación:

Buscaba una torre en una zona amplia y despejada. La historia transcurre a principios de los 40 por un motivo concreto, esta foto es un poco anterior, pero yo no soy un integrista de la documentación, con que las cosas tengan el aire que necesito para el desarrollo de la acción, es suficiente.


4. Primer Boceto y mancha.

En realidad falta un boceto previo, que siempre termina en la basura. Sólo sirve para plantear la escena en el espacio, colocar los elementos y repartir volúmenes. La segunda versión es el dibujo de la izquierda, hay un poco de calco y regla, aprovecho para dar con los puntos de fuga (perspectiva) y cerrar un poco más el volumen. El boceto de la derecha es un calco rápido del anterior, con ayuda de un rotu de marcar cajas visualizo la composición, colocando las manchas de negro. También escribo los diálogos para saber el tamaño de los bocadillos. Estos bocetos son formato A4, uso un papel barato que no requiere mesa de luz para calcar.


5. Construcción.

Esto ya es un A3, papel malo, tipo folio. Sin duda, la parte más tediosa, no es casualidad que muchos dibujantes se la salten (traducción: desproporciones, personajes u objetos que no están bien asentados en el suelo, etc...). Escuadra y cartabón para cerrar todos los detalles, un trabajo minucioso pero es la base de todo. Esta imagen pasará por el escáner y la imprimiré en azul sobre un A3, esta vez en papel de dibujo. Uso un Fabriano escolar pero de dibujo técnico, 160gr....no es el mejor del mundo, pero el satinado no está mal y se mantiene dentro del presupuesto.

6. Página final.

Sobre esa impresión en azul, hago la página final, la parte más compleja ya está resuelta en el paso anterior. Aquí se trata de construir un poco más las figuras y usar plumilla/pincel para entintar, un proceso mecánico, sólo atendiendo a la línea.


Página final (2) (no lo cuento como parte del proceso).

Como suele ocurrir en procesos largos (tres años, aunque dibujando páginas finales "sólo" uno), a mitad de camino es cuando empiezas a cogerle el punto a los personajes y el tono. Me ha pasado en todos mis libros, a mitad o al final del proceso acabo redibujando las primeras páginas, en este caso, casi 20. Voy mejorando, mi primer libro lo dibujé completo dos veces.
Como ocurría en la segunda fase, la de construcción, es cuestión de en qué punto desconectas la autocrítica, si eres capaz de dejar pasar cosas que podrías mejorar depende del compromiso que tengas con el lector.

En este caso cambié un poco la línea, simplifiqué la mancha del edificio en la primera viñeta para definir mejor el volumen, rediseñé el logo de Radio Barcelona que era feo a rabiar e iluminé un poco la última viñeta.

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Epílogo: ¡No lo intente en su casa!

Estando en La Maison cuando el resto de autores pasaban por mi mesa y me veían enfrascado en una repetición me miraban con cara de "estás como una cabra", especialmente los orientales, ellos monetizan el trabajo, cuidan mucho cómo les cunde el tiempo. El resto de nacionalidades tampoco lo entendían muy bien, pero por otro motivo: el trabajo deja de ser divertido. Hay una parte muy grande del proceso que es pura mecánica. Les doy la razón, produzco poco y me aburro largas temporadas en el tablero, debería buscar otro sistema más permeable a la improvisación.

¡Salud!

2 comentarios:

  1. Este SÍ es el que estaba esperando. Sinceramente, no sé cómo lo hará el resto, pero sí que creo que esta es la forma correcta de elaborar un cómic, al menos la más responsable y en la que todo queda más bajo control. Ahora que estoy haciendo mi cómic-quedará una mierda, pero habré aprendido-entiendo perfectamente lo de dibujar las primeras páginas que tan lejanas quedan en el tiempo.

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  2. Sí, es impepinable, se necesita un tiempo para cogerle el punto a los personajes y el tono. Luego toca repetir...pero repetir no es complicado y merece la pena, sólo que es muy cansino.

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