Nela sobre Marianela: novela gráfica en la clase de lengua y literatura es el título del artículo que Ana Muñoz redactó para el monográfico que la revista cultural LA PÁGINA dedicó a la novela gráfica. Como dicha publicación tiene una tirada y distribución muy limitada, los editores han permitido la reproducción de este texto en el blog.
Ana Muñoz es profesora de Lengua y Literatura, además de miembro fundador del proyecto "Tebeos con clase", iniciativa que nace en Tenerife y que afortunadamente se está exportando a otras zonas del país. Para explicar en qué consiste esta iniciativa, dejo tres enlaces: uno, dos y tres.
Por supuesto, quiero darle mil gracias a Ana Muñoz por la dedicación y el tiempo que ha dedicado a este libro. También a Joaquín Ayala, coordinador de este número de la revista y cómplice de "Tebeos con clase". Nela es la última adquisición para este proyecto, y yo estoy ilusionado por la cantidad de nuevos lectores que acercarán al libro.
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Nela
sobre Marianela: novela gráfica en la
clase de Lengua y Literatura
Ana Muñoz
Hagan la prueba: basta con realizar una
sencilla búsqueda en la Web para comprobar
que Marianela, ciento treinta y seis
años después de su primera publicación, cuenta con una legión de reseñas y trabajos
críticos, muchos de ellos muy actuales, que comparten una característica
bastante peculiar: la de tener como autores a jóvenes de entre 16 y 18 años. Los
textos que se leen como resultado de la pesquisa son verdaderamente desalentadores,
no solo para los amantes de la literatura en general y de la obra de Benito
Pérez Galdós en particular, sino para todos aquellos que creemos que la
competencia como lector literario puede, y debe, desarrollarse en la enseñanza
secundaria y el bachillerato.
Sirva como primera reflexión, antes de
entrar verdaderamente en materia, comentar uno de los hallazgos de esa pequeña investigación
en la red: la afirmación de que es, probablemente, la obra con más adaptaciones
a otros medios de expresión de todas las que escribió su prolífico autor, a
pesar de no ser, ni mucho menos, la mejor considerada por la crítica en todo
este tiempo. Lo confirma Rayco Pulido en el “Prólogo fuera de Sitio” de Nela.[i]
«Marianela
también tiene el honor de haber sido su texto más adaptado a otros lenguajes:
opera, cine (por triplicado, en 1940, 1955 y 1972, esta última tiene como
protagonista a Rocío Dúrcal [!?]), telenovelas (México, 1961 y 1988), miniserie
para televisión (1933), seriales radiofónicos… Recientemente la compañía de
teatro del argentino Pablo Messiez estrenó Los
ojos, la crítica especializada la situó entre lo mejor del 2011. Ahora
también tiene su historieta.»
Los que nos dedicamos a enseñar
literatura a chicos y chicas de esa fantástica edad que es la adolescencia,
sabemos que, si cualquiera de ellos recibe el encargo de leer Marianela, con toda probabilidad guiará
sus pasos hacia el motor de búsqueda en la red. No le costará nada hacerse con
trabajos académicos, fichas de lectura, resúmenes del argumento o, incluso, con
algunas de esas adaptaciones. En efecto, la versión cinematográfica del año
1972 se encuentra completa en una página legal de vídeos, sin necesidad de
descarga. La publicación es muy reciente, de hace unos meses. De un solo
vistazo, entre los comentarios que ha suscitado entre los internautas puede
leerse el siguiente: “Gracias. Ahora no tuve que leer la novela para mi clase
de español”. Aún sin haber visto la película, me atrevo a pensar que,
efectivamente, a quien realizó el comentario le bastó ese rato de cine en la
pantalla del ordenador para cumplir con lo que le pidieran hacer para demostrar
que había leído el libro y que había sacado conclusiones sobre la historia. Y
eso que comparto mi estupor “simbólico” con Rayco Pulido ante la elección de
Rocío Dúrcal para la interpretación de la protagonista.
Es importante, sin embargo, aclarar que
sus múltiples adaptaciones dotan a esta novela de Benito Pérez Galdós de
poderosas razones para ser trabajada en el aula de secundaria: la
intertextualidad entre las diferentes interpretaciones que cristalizan en cada
una de ellas supone una oportunidad magnífica para reflexionar sobre el sentido
de la literatura, de la escritura y la lectura, de la autoría, de la relación
con el tiempo social desde el que se escribe y desde el que se lee… No es un
inconveniente, por tanto, que existan adaptaciones, ni que los chicos y las
chicas las conozcan. Bien al contrario, es una fuente de posibilidades. El problema es, en todo caso, no darles
cabida con un sentido adecuado en la enseñanza de la literatura, sobre todo
cuando esta adquiere, desde los últimos cursos de la enseñanza obligatoria, una
perspectiva de estudio historicista que, con excesiva frecuencia, desencanta a
un alumnado que habita en un mundo de pantallas, en el que la relevancia social
de la cultura escrita (y visual) es más intensa y diversa que nunca.
Las preocupaciones acerca del modo en que
se enseña y se aprende literatura
no son, en absoluto, novedosas. Tampoco los son las buenas respuestas y
soluciones, necesariamente cambiantes, eso sí, como la sociedad misma. Pero en
el contexto en el que nos encontramos, las preguntas de siempre resultan
incluso más apremiantes. ¿Por qué y cómo leer hoy en el aula? ¿Qué leer con los
jóvenes? ¿Conviene mantener una perspectiva historicista en el acercamiento a
los textos de la literatura? ¿Cómo
acercarse a esos textos? ¿Cómo fomentar la lectura crítica? ¿Cómo
superar la distancia enorme entre la forma en que enseñamos la literatura de
otros tiempos y el conjunto de prácticas cotidianas que los estudiantes ponen
en marcha, fuera del ámbito escolar, para desenvolverse y vivir como ciudadanos
lectores?
Convengamos que el deseo de los
enseñantes es no renunciar a nada. El profesorado de literatura es amante del
arte de la palabra escrita, y de las conexiones que ha mantenido el texto
literario con la sociedad, la cultura y el arte de su tiempo a lo largo de los
siglos. Existe en ellos un profundo deseo de que los jóvenes también lo
entiendan así. Afán de que descubran en el aula «que la literatura es la
experiencia más valiosa que el ser humano ha creado para comprenderse a sí
mismo» y que «escribir es hablar de cosas que todo el mundo sabe, pero que no
sabe que sabe. Explorar este conocimiento, desarrollarlo y compartirlo, le
proporciona al lector el placer de viajar maravillado por un mundo que conoce
bien».[ii]
Al hilo de estas palabras de Orhan Pamuk, pronunciadas en su discurso de
aceptación del Premio Nobel de Literatura en 2006 (y asumiendo, con permiso de
ustedes, que la novela gráfica también es literatura, aunque su lenguaje vaya
más allá que las palabras), lo que propondremos aquí es una experiencia
literaria con el alumnado de secundaria y bachillerato en torno a una obra
especialmente privilegiada para un acercamiento social, intertextual y cultural
a un texto reconocido de la tradición literaria, a través de la lectura en
comunidad en el aula.
¿Por
qué Nela?
En la respuesta a esta pregunta consiste
todo el planteamiento didáctico que se explicará en este artículo. Por ello,
sin pretender que sirva de contestación completa, adelantaremos tres razones
fundamentales: porque es una novela gráfica, porque constituye una excelente y
declaradamente fiel adaptación de una obra representativa de la literatura
realista en España, y porque su autor ha evidenciado, haciendo uso de esa
ventana al mundo que es Internet, una conciencia didáctica en torno a su obra
que resulta valiosísima para entender, desde el aula, el proceso de creación de
una obra, y para abrir puertas a la comprensión y valoración de lo que llamamos
tradición literaria.
Nela:
una novela gráfica en la clase de
Literatura
Hace unos pocos años, y gracias a la
influencia de un amigo que a fuerza de amar el género se ha convertido en un
experto en cómics, propicié la creación de un Seminario de Trabajo Intercentros
con la finalidad de potenciar el uso del cómic como recurso privilegiado en la
formación de lectores competentes. Este grupo estable de trabajo, constituido
por profesorado especialista en el género, y también por docentes simplemente
habituados a darle un lugar importante como recurso en el aula (y este es mi
caso), fue bautizado poco tiempo después con el nombre de “Tebeos con clase” [iii].
Así se denomina también el conjunto de propuestas y materiales didácticos
que ha creado, en el empeño de que
la historieta no sea considerada únicamente una lectura que atrae a lectores de
edades tempranas con facilidad y que, por tanto, no sea utilizada con la única
intención de servir de anzuelo para ganar voluntades, que luego serán dirigidas
hacia otro tipo de lecturas. Bien al contrario, “Tebeos con clase” trabaja
desde el convencimiento de que la novela gráfica cumple con creces, como
género, con la meta de desarrollar ampliamente los objetivos fundamentales de la lectura literaria entendida
como acto de comunicación en el que el lector interactúa con la historia narrada
por el autor, para construir su sentido y, a partir de éste, disfrutar y
aprender en la infancia, en la adolescencia, y durante toda la vida. «Teníamos
que remover las estanterías físicas y mentales de nuestras bibliotecas
escolares y solo un grupo de profes lo suficientemente locos podría lograrlo»[iv],
escribió en una ocasión uno de sus miembros.
Para apuntalar esta perspectiva en torno
a la novela gráfica como género indiscutible en la formación literaria bastará
con reproducir aquí las palabras de Rayco Pulido, en torno al guión de Nela:
«Libretas, folios y un montón de papel
continuo (sí, papel continuo). En Nela escribí la primera
versión de los diálogos mientras visualizaba la narración gráfica. Contar la
historia es lo más interesante de este trabajo, es el motivo por el que me
dedico a esto. Es la parte más intensa, sufrida y satisfactoria al mismo
tiempo. Aquí no escatimo en tiempo. (…) Hay guionistas que dibujan storyboards para que el dibujante
los “ilustre”. Convirtiendo al dibujante en ilustrador... no, ni
siquiera eso, lo convierte en alguien que "pasa a limpio" los dibujos
de otro, negándole la posibilidad de contar la historia. Yo trabajé así
en Final feliz y nunca volvería a hacerlo. Es más fácil, pero
no compensa. Querido guionista, dibuja y conviértete en autor, lidia con los
meses de tablero en los que te preguntas si merece la pena invertir el tiempo
cuando tienes la idea perfectamente montada en la cabeza.»[v]
Por si esto fuera poco, la novela gráfica
cuenta, además, con el enorme privilegio de resultar muy adecuada para ser
compartida en comunidad de lectores.
Son muchos los autores y experiencias que avalan este enfoque de acercamiento a
la lectura en general, y a los textos literarios en particular. El concepto de
comunidad de lectores y escritores de literatura, desarrollado entre otros
expertos por Teresa Colomer[vi], enfatiza
la importancia del aspecto socializador de la lectura en el aula. En palabras
de Aguilar de la Coza y Sobrino Callejo:
«La lectura compartida de una obra
constituye un “disparador” de oportunidades para producir diferentes textos y,
de forma conectada con ello, para seguir leyendo e investigando los distintos aspectos
(de carácter temático, lingüístico, pragmático, etc.) que este abordaje
requiera. Evidentemente, esta retroalimentación de los procesos de lectura a
través de la escritura de discursos propios, ofrece un camino enriquecedor para
la configuración de la identidad de nuestros alumnos y alumnas como lectores y
escritores de literatura, así como, para la sistematización de metodologías que
modelen esta identidad potenciando el desarrollo de la competencia en
comunicación lingüística.»[vii]
Pensemos en la siguiente secuencia de
hechos, que se repite con frecuencia en las aulas: se presenta la actividad de
lectura de una novela al alumnado de un grupo, anticipando detalles de la
historia o hablando del autor para, gracias a su prestigio y pretendidamente
indiscutible calidad literaria, ganar la voluntad de ese nuevo lector que,
probablemente en soledad y fuera del aula, en las semanas siguientes lee la
obra y saca sus primeras conclusiones antes de poder comentarla con nadie.
Luego, con suerte, hay tiempo, un poco de tiempo, para hacer algo de tertulia
sobre la lectura común, en la que participan con algún comentario los lectores
aventajados del aula. Para ese entonces todos han hecho su ficha, identificando
la temática y los elementos del género (narrador, personajes, tiempo, espacio…)
y ya han decidido, sin contrastar su opinión y con gran peso del número de
páginas del ejemplar en su veredicto, si el libro les gusta o no. Los buenos
lectores contestarán después de forma adecuada a las preguntas de reflexión del
trabajo o la prueba escrita, y al profesor le podrán incluso sorprender
gratamente algunas de sus respuestas. Entonces, le dará lástima que no haya
tiempo de comentarlas con el resto del grupo. En fin, el tiempo escolar,
siempre tan escaso, no es suficiente para leer muchos libros, para comentarlos
o discutir las interpretaciones divergentes que generan, para leer juntos…
Lo que propongo aquí no es una “guía de
lectura” de la obra de Rayco Pulido. Quienes estén interesados en conocer las
claves de la obra desde un punto de vista crítico (personajes, temas,
argumento, símbolos más destacados, técnica en el dibujo…) para trasladarlas al
alumnado como ayuda y enriquecimiento en la interpretación de la obra y en su
comparación con el original, podrán encontrarlas en la multitud de excelentes
reseñas que grandes expertos en el medio de la novela gráfica, sin duda quienes
mejor pueden valorar esta obra del género, han dedicado a Nela. [viii]
Este artículo es una invitación a la
lectura en comunidad de aula de Nela,
adaptando para ello las sugerencias establecidas por Estela D’Angelo, con la
participación de un grupo de asesores y asesoras de formación del profesorado
de los Centros del Profesorado de Jerez y La Laguna, en el marco de un proyecto
en torno a las prácticas sociales de lectura y escritura en las aulas. La
estructura de una comunidad de lectores y escritores, como vamos a tener
ocasión de comprobar, no se limita a la lectura común de un texto: propicia el
intercambio de perspectivas y de hipótesis, pero también indaga en la búsqueda
posterior de la intertextualidad, de aquellos textos y experiencias acumulados
en la memoria de los lectores, y también de las fuentes y testimonios diversos
con los que puedan construir el sentido de la obra desde un espíritu crítico.
El texto entrecomillado en los siguientes párrafos forma parte del contenido de
esa formación:[ix]
Para constituirse en comunidad de
lectores de esta novela gráfica, «se necesita que los lectores aborden una
primera lectura del texto “sumergiéndose” en sus ideas, aún no conociendo el
significado de todas sus palabras», y sin olvidar que la imagen en las viñetas
está narrando tanto o más el propio texto, «pues es posible que, utilizando las
“pistas” que aportan los conocimientos previos, lo comprendan y lo disfruten».
Y como los conocimientos previos, cuando se lee en comunidad, son los propios y
los ajenos, «en la medida en que se propicie la interacción entre los miembros
de la comunidad de lectores, el proceso de comprensión de cada uno se seguirá
enriqueciendo».
La novela gráfica supone un recurso
privilegiado para leer compartiendo la lectura (en espacio y tiempo) con otros:
«compartir la lectura y comentar lo leído» simultáneamente. Poco importa si se
realiza en voz alta, o de forma individual, dando un tiempo para la lectura
atenta de cada capítulo. Lo interesante en este caso es que exista inmediatez a
la hora de establecer y compartir las primeras hipótesis sobre la creación del
sentido, abordando, mientras se lee, «un proceso común de indagación (…) para
imaginar los detalles de su trama argumental». De este proceso surge el
sentido: ¿Cuándo empezamos a darnos cuenta del lugar en el que estamos? ¿Cómo
percibimos el paso del tiempo en el que se desarrolla la historia? ¿Qué
aspectos llaman nuestra atención en los diálogos? ¿De qué manera nos ayuda cada
imagen a narrar la historia y a mezclarnos con ella? ¿A través de qué elementos
y de qué indicios en las viñetas? ¿Por qué esas lenguas de color ocre? ¿Y el
contraste de la imagen de la virgen? ¿Qué importancia tiene los perros? ¿Por
qué la fisionomía de Nela es tan cambiante? ¿Qué personajes llevan el peso de
la trama? ¿Quién les dio ese papel? ¿A qué pensamientos nos lleva lo que
ocurre? ¿Qué indicios nos ayudan a identificar temas, tópicos e ideas en la
lectura? ¿Qué tipo de conflictos organiza esta historia y qué soluciones se
proponen?
El docente, como mediador de esa
comunidad, procurará propiciar la participación de todos sus miembros. Para
ello es importante que se entienda que solo se están estableciendo hipótesis de
sentido, que pueden o no ser acertadas en relación con la intención que haya
tenido el autor. Por supuesto, aunque en un planteamiento ideal todas estas
preguntas e hipótesis surgirían del alumnado, el profesor tiene que estar preparado
para propiciarlas, sobre todo al principio, hasta que los miembros de la
comunidad se sientan cómodos y seguros, y para proponer perspectivas de
indagación enriquecedoras si no están surgiendo de forma natural. El docente
es, en este caso, un miembro más de la comunidad, pero un miembro aventajado,
no lo olvidemos: tiene que hacer uso del necesario “silencio docente” cuando
los protagonistas son quienes están aprendiendo, cuidarse mucho de acaparar las
posibilidades de interpretación, y de imponer, desde su conocimiento, una
perspectiva sobre otras que puedan ofrecer los alumnos. Pero, a su vez debe,
estar alerta para solucionar posibles atascos del pensamiento colectivo y para
repartir entre todos las posibilidades de intervención, ayudando un poco, de forma
sutil, a los que lo precisen. También es importante que valide de alguna manera
la hipótesis y problemas de interpretación que puedan exponer los participantes
en la comunidad, dando respuesta incluso a aquellos que se salgan de lo que el
docente espera.
De las conclusiones de esta primera
“tertulia libro en mano” debe proponerse al alumnado que realice una primera
producción escrita: una síntesis de las ideas e hipótesis de sentido que han
surgido en esta primera lectura colectiva, pero “directa” al texto, sin haber
investigado aún en fuentes y documentos complementarios.
Será muy interesante contrastar después,
con toda la comunidad, las interpretaciones surgidas de este proceso en
relación a las evidencias del proceso de creación que, en este caso, ha ido
dejando el autor de la obra, tanto en su “Prólogo fuera de sitio”, como en su
blog Nunca trabajes solo, e incluso
en sus intervenciones en los medios de comunicación. Todo ello supone un
material “de lujo” para potenciar la intertextualidad en el análisis de la obra
literaria, y este es un ingrediente básico para el desarrollo de lectores
críticos. Pero de ello hablaremos un poco más adelante.
Nela
como adaptación de Marianela.
En la estantería del salón de la casa de
mi abuela Teresa (que vivía en la calle El
Audaz, segunda novela escrita por Galdós, porque al igual que todas las del
barrio de Schamann, en Las Palmas de Gran Canaria, lleva por nombre el título,
o en otros casos un personaje, de una de sus obras) las visitas podían
encontrarse con buena parte de los volúmenes del escritor. Se declaraba
“galdosiana” (para que luego digan que “nadie es profeta en su tierra”), y
cuando le preguntaban qué quería decir con eso, explicaba que en su juventud,
con pocas posibilidades de salir de casa por las costumbres de la época,
aprendió más de la vida a través de los libros de Galdós que por propia
experiencia, y que de ellos se había quedado con muy buenos principios y
algunas ideas claras sobre la sociedad porque, según mantenía mi abuela, había
cosas de la vida que nunca cambiaban.
La reseña bibliográfica con la que se
presenta Nela en la página web de su
editorial, Astiberri, refleja la misma opinión, y afirma que en la obra de
Pulido «se mantiene el análisis
crítico de la vida en la España rural del siglo xix
–envidias, superstición, usura, analfabetismo, falsa caridad, feudalismo e
influencia eclesiástica– fieles a la esencia de la creación de Galdós. Males
que, en menor o mayor medida, continúan vigentes en la sociedad española
contemporánea.»
Más allá de esta idea, hay que decir que
pocas veces la adaptación de un clásico de la literatura a otro medio habrá
sido explicada por su autor de una forma tan cercana, pedagógica y pública como
el caso de Nela. No quisiera que se
interpretara que es esta explicación consciente del proceso por parte de su
creador la que otorga valor a la lectura de esta obra: el cómic de Rayco Pulido
vale por sí solo una lectura totalmente independiente de la obra que la
inspiró. La primera lectura en comunidad propuesta en el apartado anterior dará
buena prueba de ello. Pero las reflexiones y explicaciones que nos ofrece más
allá de la propia historieta, abren oportunidades de acercamiento “creativo” a
los clásicos de la literatura que no podemos desaprovechar, porque permitirán
pensar y reflexionar con el alumnado sobre una época, la de Galdós, desde los
indicios de nuestra posición cultural y social actual. Empecemos por observar
cómo justifica Rayco Pulido la elección de Marianela:
«Una novelita corta cuya concentración
dramática y simbólica, unida a la sencillez de su estructura y la austeridad en
escenarios y personajes, hacen que posea un aura de cuento, casi de apólogo
clásico. Esta condensación la convierte en un texto ideal para ser adaptado a
otros lenguajes.»
Además, el autor sabe, incluso por propia
experiencia, que se trata de una obra recurrente en las aulas, con dudoso éxito
entre el alumnado, a pesar de su brevedad y sencillez:
«Las citadas virtudes de Marianela la
convierten en el texto-llave hacia la obra galdosiana, siendo un “sospechoso
habitual” dentro de las lecturas obligatorias, muchas veces culpables de
conseguir el efecto contrario: alejar al lector potencial de un determinado
autor. Exactamente eso me ocurrió a mí.»
En fin, de esta manera Rayco Pulido nos
desvela incluso la fuente anecdótica de su proyecto:
«En el año 2008, mientras
ejercía como docente, ver cómo el alumnado seguía chocando con esta lectura
obligatoria hizo que me reencontrase con Marianela. Esta vez desde
una perspectiva adulta, aunque pronto las posibilidades que ofrecía el texto la
tornó en profesional. Un profesional convencido de la capacidad de un medio
híbrido como el cómic para fomentar la lectura. Una herramienta despreciada en
los planes educativos, en parte por desconocimiento, en parte por el
estigma-etiqueta “infantil” que nunca ha dejado de arrastrar.»
Acerca de la más que consciente fidelidad
de Nela al lenguaje, argumento,
estructura y temática de la obra original no se ofrece ninguna duda en los
comentarios del autor. En el “Prólogo fuera de sitio” se nos explica el proceso
con todo detalle. Sin embargo, nuestra comunidad de lectores y escritores
debería empezar a conocer esta relación por alguna pincelada más intuitiva. Que
sea Nela la que nos lleve a Marianela. No hay que olvidar que no
estamos proponiendo una lectura
“comparativa” entre ambas obras, aunque pueda ser interesante ofrecer al
alumnado alguna mirada al respecto, y también es conveniente recordar que Nela no es precisamente “realista” en su
dibujo. Lo sintetiza muy bien Daniel Fernández Ausente, en su reseña sobre la
obra:
«Nela, la adaptación
de Rayco Pulido, es
brillante porque aúna algo que parece imposible. Por un lado, sus diálogos
desprenden la especial prosa de Galdós, hija de su tiempo y su genialidad, y
eso la convierte en una adaptación fiel que en ningún momento traiciona su
espíritu. En cambio, en su estilo gráfico y en su forma de narrar, la Nela de
Rayco Pulido no puede ser
más moderna y contemporánea. El diseño de viñetas y páginas es una inmejorable
muestra del cómic de autor que se hace hoy, tan alejado de la escuela realista
de hace unas décadas pero, al mismo tiempo, tan libre y tan efectivo como medio
narrativo. Ahí está parte de la grandeza de esta adaptación: su absoluto
carácter de obra gráfica contemporánea, de hoy mismo, que a su vez es
fiel al clasicismo de la prosa y la historia original de Galdós. Rayco Pulido
ha tomado una obra literaria del pasado y la ha catapultado gráficamente hacia
el futuro del medio.»[x]
Desde el punto de vista didáctico, la
decisión de Rayco Pulido de modificar el Epílogo de la novela, trayéndolo hasta
la actualidad, y de añadir “Antes de terminar, unas últimas palabras de don
Benito Pérez Galdós” nos ofrece
una estupenda oportunidad de presentar Nela
como la adaptación de Marianela. En
la lectura de esas páginas, la formulación inicial de hipótesis sobre la
presencia de Galdós en esa última página, o de los elementos de absoluta
modernidad en el epílogo, y la más que probable necesidad de ampliar
información al respecto, abrirán la siguiente etapa en el desarrollo de la
comunidad de lectores y escritores en torno a la obra. Toca investigar.
Se trata de hacer una investigación
sencilla, entre otras cosas porque el propio autor ya nos ofrece muchas claves
sobre la adaptación de la obra. Pero no hay que olvidar que también su
interpretación es subjetiva, y que antes de conocerla de primera mano por lo
que él mismo explica, resultará muy interesante que sea el propio lector quien
saque las primeras conclusiones. Se puede proponer la lectura de cualquiera de
los capítulos en la obra original: el primero, por ejemplo, o repartir algunos
entre parejas de alumnado, o que sean ellos mismos, a partir de los detalles
que más hayan llamado su atención (las cestas en que dormía la protagonista,
las simas de las minas de Socarte, con esas lenguas color ocre, el final
“trasladado al futuro” en Nela…). Se
trata de despertar en el alumnado la curiosidad por saber de qué descripción,
de qué detalles en la narración original parten las interpretaciones gráficas
de Rayco Pulido.
Otra propuesta atractiva puede ser la de
ver un trocito de video de alguna de las adaptaciones cinematográficas o
teatrales (la de Rocío Dúrcal está al alcance de cualquiera)[xi].
Bastará con unos minutos, para poder verificar y comentar diferencias, acierto
y desaciertos desde el punto de vista de nuestros jóvenes lectores,
perspectivas sobre la interpretación en cada época teniendo en cuenta las
décadas que separan a algunas de ellas. Tras debatir en torno al resultado de
estas incursiones en la intertextualidad, en torno a la obra original y en
relación a otras adaptaciones existentes, el alumnado podrá afrontar su segunda
producción escrita, en que desarrolle las conclusiones alcanzadas.
En fin, una vez terminada esta segunda
etapa, la comunidad de lectores y escritores estará preparada para iniciar con
rigor y afán de confirmación de hipótesis, la lectura del “Prólogo fuera de
sitio”, así como la indagación en el blog y otras intervenciones en los medios
de su autor, Rayco Pulido.
Encuentro
con el autor de Nela
Hace bastantes años, cuando aún era
estudiante, mi profesor de Literatura Medieval, que ya se había percatado del
exceso de vehemencia de sus estudiantes para defender sus interpretaciones
literarias, llegó a clase con un artículo de periódico (ya antiguo entonces)
bajo el brazo. Lo había escrito Gabriel García Márquez, y aunque el tono de sus
palabras podía resultar algo ofensivo para los implicados, me pareció que nos
estaba dando, a tiempo, un consejo de oro para el futuro de quienes, como yo,
ya teníamos pensado dedicarnos a la docencia. Aunque el artículo era amplio, en
síntesis, apuntaba esto:
«Desde hace años colecciono estas perlas
con que los malos maestros de literatura pervierten a los niños. Conozco uno de
muy buena fe para quien la abuela desalmada, gorda y voraz, que explota a la
cándida Eréndira para cobrarse una deuda es el símbolo del capitalismo
insaciable. Un maestro católico enseñaba que la subida al cielo de Remedios la
Bella era una transposición poética de la ascensión en cuerpo y alma de la
virgen María. (…) Dos críticos de Barcelona me sorprendieron con el
descubrimiento de que El otoño del patriarca tenía la misma
estructura del tercer concierto de piano de Bela Bartok. Esto me causó una gran
alegría por la admiración que le tengo a Bela Bartok, y en especial a ese
concierto, pero todavía no he podido entender las analogías de aquellos dos,
críticos. (…) la manía interpretativa termina por ser a la larga una nueva
forma de ficción que a veces encalla en el disparate.»[xii]
Desde entonces he recordado muchas veces
este texto, y lo he recuperado, para releerlo yo y leerlo con mis alumnos, en
varias ocasiones. Es mi manera de vencer el pudor frente a la interpretación
personal y subjetiva que pueda hacerles llegar de los textos y obras sobre los
que trabajamos en clase. Una forma de advertirles de que puedo estar
equivocada, que su visión puede ser muy distinta y que solo el autor podría
sacarnos de dudas. Quizás ni él mismo. Por eso siempre me ha gustado esa
actividad, relativamente habitual en los centros, de encuentro con los autores.
Incluso la forma de crear, de manera ficticia, una entrevista, o un intercambio
de correspondencia también irreal, con todos aquellos (la gran mayoría) a los que
no tenemos ocasión de recibir. Galdós sería uno de ellos.
Pero Rayco Pulido abre otras puertas. No
conozco al autor de Nela. Nunca he
hablado con él. Reconozco incluso que, redactando este artículo (que, muy
probablemente, en algún momento llegará a sus manos) no me he librado de sentir
ciertas reservas pensando si le gustará o no lo que digo en él. Sin embargo,
gracias el progreso tecnológico en esta época nuestra, pero también a su
voluntad consciente, Pulido va dejando un reguero de pistas para la interpretación
veraz de su obra. Y lo mejor de todo es que, además de eso, consigue
entusiasmar con su trabajo y despertar la curiosidad de quien sigue su huella.
«(Hay que echar un cable a los futuros dibujantes)», puede leerse en un
paréntesis, cuando explica la exposición dedicada al proceso de creación de la
obra. A los alumnos de Lengua y Literatura (incluso a sus profesores) también
les echa un cable, desde luego.
Hace unos días, Rayco Pulido escribió un
nuevo post en su blog[xiii].
En él hace una síntesis cómo ha
sido, durante el año que lleva publicada, el devenir de Nela. Y aunque él mismo advierte en ese artículo que «mentiría si
no dijera que a veces tengo la sensación de que hay un exceso de
entusiasmo a la hora de redactar los textos [críticos]. Está bien generar
dinámicas positivas, pero usar superlativos de manera sistemática hace que
pierdan significado; "imprescindible, indispensable, espectacular,
abrumador, increíble, barbaridad gráfica (¿?)"», yo me voy a permitir una
hipérbole más. Su reflexión en ese post
es un “tesoro” para culminar la comunidad de lectores y escritores en el aula
de Nela, porque supone conocer, de
primera mano y con claridad, qué significa hoy dedicarse a la “creación”
artística[xiv].
El retrato social no es menos
acertado que los de Galdós para su tiempo. ¡Y no todo va a ser literatura! El
alumnado de nuestra especial tertulia cerraría el trabajo con Nela comunicando
las conclusiones, y sus propios razonamientos, en torno a este último acercamiento “virtual” al autor y su
obra.
En fin, el progreso que devolvió la vista
a Pablo en Socartes, a finales del xix,
nos permite, en los inicios del s.xxi, disfrutar de una adaptación fiel y
a la vez personalísima de esta obra de Galdós, con el importante complemento de
poder “teleinvestigar” los entresijos de su proceso creativo, como si nos
hubiéramos citado con su autor. Hoy le diría a mi abuela que, ciertamente,
algunas cosas no cambian. Pero otras, sí. A mejor, por cierto.
[i] Nela. Una adaptación gráfica de
la novela “Marianela” de Benito Pérez Galdós (Rayco Pulido Rodríguez,
Astiberri, 2013)
[ii] Pamuk, Orhan, La maleta de mi
padre, Mondadori, Barcelona, 2088, pp. 14 y 23
[iii] El grupo de trabajo tiene su sede en el Centro del Profesorado La
Laguna, en Tenerife, y los materiales de Tebeos con clase pueden encontrarse en
la Web de la Dirección General de
Ordenación, Innovación y Promoción Educativa, de la CEUS: <http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/5/WebDGOIE/scripts/default.asp?IdSitio=12&Cont=44&Mod=10&P=645>
[iv] Ayala Chinea, Joaquín, «¿Valen los Tebeos?», La Libreta nº 6 Enseñando a comunicar: el profesorado narra sus
experiencias de aula, CEP La Laguna, 2013, pp.23-28, <http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/5/WebDGOIE/WebCEP/scripts/default.asp?W=19&P=406&S=415>
[v] Pulido Rodríguez, Rayco, «Un recorrido por la exposición (2)», 2013
<http://nuncatrabajessolo.blogspot.com.es/2013/12/un-recorrido-por-la-exposicion-1.html>
[vi] Colomer, Teresa, Andar entre
libros: la lectura literaria en la escuela, Fondo de cultura económica,
Méjico, 2005, cap. 6
[vii] Aguilar de la Coza, Agustín y Sobrino Callejo, Rosa, “Comunidades
literarias en torno al Programa Escribir como Lectores: narrativas de
experiencias pedagógicas e investigación”, en Actas del Congreso Iberoamericano de las Lenguas en la Educación,
Salamanca, 2012, pp.211-220.
[viii] En la página de la Asociación
de Críticos y Divulgadores de Cómic de España, podrán encontrar el
enlace directo a algunas de ellas, <http://www.acdcomic.es/esenciales2013/nela-rayco-pulido.htm>
[ix] D’Angelo Menéndez, Estela (dir. y coord.), Comunidad de lectores y escritores en el ámbito escolar a partir de un
texto literario, Proyecto ARCE “Compartimos proyectos para la innovación en
prácticas de lectura y escritura desde la inclusividad” CEP Jerez – CEP La Laguna,
Jerez, 2013
Material alojado en los Campus de
formación on line de las Consejerías
de Educación de la Junta de Andalucía y del Gobierno de Canarias
respectivamente.
[x] Fernández Ausente, Daniel, “Nela: cuando adaptar a los clásicos es
mirar al futuro”, Gencómics, 2013, <http://gencomics.es/nela-cuando-adaptar-a-los-clasicos-es-mirar-al-futuro/>
(11/07/2013)
[xi] Por ejemplo en <http:// http://www.youtube.com/watch?v=oh1o8sKMoxU>
y tráiler <http://www.youtube.com/watch?v=J25UWknJDjo>
[xii] García Márquez, Gabriel, “La poesía, al alcance de los niños”, El País, Madrid, (27/01/81) <http://elpais.com/diario/1981/01/27/opinion/349398006_850215.html>
[xiii] Pulido Rodríguez, Rayco, “Un año”, 2014, http://nuncatrabajessolo.blogspot.com.es/,
(11/02/2014)
[xiv] Como se trata también de la clase de Lengua, es muy recomendable
escuchar el podcast de un entrevista
en la radio <http://www.cadenaser.com/canarias/audios/galdos-comic/csrcsrpor/20131211csrcsrcan_2/Aes/>
o ver un pequeño reportaje televisivo
<http://www.antena3.com/canarias/noticias/cultura/marianela-galdos-convierte-comic_2013042300212.html>
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