EL GUIÓN.

Nota antes de empezar; las imágenes que cuelgo son solo ilustrativas, condenso cuatro imágenes en una, no están hechas para ser leídas a menos que quieras perder un par dioptrías.

Toca el post sobre el guión, apriori parece el más complicado de escribir, ya veremos...
Como había comentado en un post anterior, desde hace algunos años vengo leyendo manuales y libros relacionados con la escritura del guión, mayoritariamente cinematográfico aunque también cayó alguno sobre teatro. De todos ellos saqué algo, y a nivel técnico me sirvieron para desarrollar un proceso que, a toro pasado veo excesivamente recargado, creo que me podría haber saltado algún paso.
En la primera imagen resumo los cuatro primeros pasos:

1.- Lo primero, por supuesto es tener una historia. En una revista especializada en cómic (U:el hijo de Urich. nº15. Marzo 1999) hacían un monográfico sobre Frank Miller, uno de mis autores favoritos. El número incluía fragmentos de entrevistas, y en una de ellas comentaba que él escribía una historia partiendo del final. Sin un final, ni se planteaba seguir trabajando en ella. En cuanto daba con una idea contundente para el cierre ya sabía que ahí había algo. Luego volvía al principio (que también debe ser un punto fuerte para enganchar al lector) y dejaba el nudo, que siempre es lo más complicado y arduo de resolver para el final. Seguí su consejo, por supuesto.

2.- Éste es uno de esos pasos que me podría haber saltado: Crear una guía de cada personaje, me explico, escribí una especie de biografía de cada uno de ellos antes de que inicien la historia, para tener claras sus motivaciones ect...para tomarlo como punto de partida del arco de transformación (cómo la  los acontecimientos afectan a cada uno cambiándoles ).  Insisto en que me lo podría haber ahorrado porque lo tenía todo en la cabeza, pero bueno, como era mi primera historia larga no quería saltarme nada.

3.- "FICHITAS": Para trabajar el nudo escribí todas las escenas que se me habían ocurrido en fichas, una por escena, de manera que esparcidas sobre la mesa me permitían moverlas de un lado a otro para conformar el orden de la historia teniendo algo más de perspectiva para conformar el puzzle. Al final siempre quedan fuera algunas piezas que al comienzo parecían fundamentales y viceversa, algunas que pensé que serían relleno y apunté por apuntar se transformaron en el pegamento de la trama.

4.- Una vez tengo ese mapa de la historia escribo algo más sobre cada escena, esta vez en orden. Si se me ocurre algún diálogo también lo anoto.

 5.- Hago la distribución de páginas, la doy un número estimado a cada escena y me hago un pequeño esquema sobre la estructura del libro: páginas que van encaradas, cantidad de información en cada una de ellas, ect...


 6.-Escribo los diálogos iniciales de las escenas, pero teniendo en cuenta cómo estarán las páginas colocadas en el libro, es decir, en cómic (esto es específico del medio) el lector solo tiene dos páginas presentes a la vez, así que debes tener en cuenta cómo muestras la información y cómo la enganchas con las páginas siguientes para mantener el  interés. Así que suelo dialogar las páginas de dos en dos, tal y como se leerán.

 7.- Ya sólo queda ponerse a trabajar en las páginas de manera independiente, dejar el sofá y volver al tablero de dibujo a echarle las horas que consideres necesarias. En el primer boceto (tamaño postal) acabo de perfilar los diálogos y en el segundo (dinA4) ya ubico los bocadillos para componer las viñetas.

8.-Esta última parte poco tiene que ver con el guión, es puro dibujo, en ella hago la versión final (DinA3) que saldrá en el libro. En este caso tengo dos versiones, una con tramas y otra con grises. La versión de las tramas la descarté porque el dibujo era demasiado frío, y había pasado demasiado tiempo entre las primeras páginas y las últimas, eso se notaba en el estilo. Así que redibujé todo el libro con un estilo más cercano al boceto sustituyendo las tramas por aguadas.
Moraleja: La autocrítica es necesaria, pero hasta cierto punto. Si un libro tiene 72 páginas yo casi dibujo 200, pero vamos, siempre me pasa... he ahí una de las razones del título del blog.