Hay gente a la que la burocracia se le da, yo en ese aspecto siempre he sido un inútil y ya me resigno a ello. Nunca he conseguido una ayuda ni beca ni subvención. Cuando consigo enterarme de algo ya se han pasado los plazos o me faltan papeles o no enfoco bien la manera de pedir la pasta.
El caso es que para este proyecto conseguí entregar los papeles (con sus copias, sellos, declaraciones juradas ect..) dos años consecutivos para la subvención que el Cabildo de Gran Canaria destina todos los años a "cultura" (ya empiezan las comillas).
-1er intento: Iluso de mí, pretendía sacar dinero de mi tiempo/trabajo, me explico: pedí un mini-sueldo mensual de para poder trabajar en el libro sin necesidad de tener otros dos trabajos a la vez. Las condiciones eran las siguientes:
8 meses/ 900€ mensuales / Ellos se quedaban con el derecho de edición del libro durante 5 años y los beneficios obtenidos de su venta.
Respuesta 1: Ellos no subvencionan tu tiempo/trabajo , sino los gastos de producción y fungibles (viajes, material ect...), así que el fallo estaba en el concepto en sí. Lo entendí, pero no lo comparto. Sin un poco de mecenazgo el arte siempre tiende al amateurismo, hecho por gente que llena su tiempo libre con algún hobbie "artístico". Otra cosa es que este mundo anda repleto de jetas que viven de nuestros impuestos, como muestra este botón.
Lo que realmente me quemó de ese año fue que la mayor parte de la subvención sirvió para que un JOVEN Y DESCONOCIDO ARTISTA CANARIO se editase un catálogo relacionado de su obra, en otras palabras un catálogo de venta. Toda una inversión cultural.
-2º intento: Una vez aprendida la lección (tiempo/trabajo invertido en una obra no es subvencionable), traté de realizar una coproducción para sacar el libro entre De ponent Edicions y el Cabildo de Gran Canaria. Los términos eran los siguientes: Se imprimiría en Gran Canaria (requisito lógico, que el dinero se quedara aquí) corriendo los gastos de impresión a cargo la entidad pública. El ISBN, la distribución y promoción se encargaría la editorial. La mitad de los libros para la venta a través de la editorial y el resto pertenecía al cabildo, la idea era repartirlos por todas las bibliotecas insulares y promocionarlo fuera. El autor volvía a ganar un mojón, pero al menos el trabajo estaría disponible de manera gratuita en las islas.
Tampoco obtuve nada, pero me quedé más cerca en los puntos, casi soy digno de subvención. Esta vez ni me molesté en mirar a quién se las habían adjudicado, todo es una broma así que daba igual. De hecho, mirando el lado positivo: Todo el mundo infla los presupuestos (habitualmente se los hacen amiguetes o sus propias empresas) porque saben que si pides 6 te dan 3, yo soy tan inocente (por no decir PRIMO o CASUAL y con esto volvemos al principio del post) que simplemente pedí presupuesto en la imprenta que mejor trabaja en Canarias, no conozco a nadie en la empresa, con lo cual si de los 6000€ que pedí, me dan 3000€, la subvención acaba siendo mi ruina.
P.D.- Pensando en el contenido del libro, conseguir una subvención quizás me hubiera coartado...no lo sé, en cualquier caso NO VUELVO A MENDIGAR AYUDAS PÚBLICAS al menos para mis cómics, otra cosa es que me dé por plantar nabos ecológicos, que el dinerito de los fondos europeos es otro asunto.
amigo...cuánta razón tienes!!! me quedo sin palabras ante tu sabiduría...
ResponderEliminarno dejes de escribir nunca, en mí tienes un fan.
Daniel, muchas gracias por tus palabras, eso sí, si fuera tan sabio no me estaría pegando continuamente con la misma piedra.
ResponderEliminarsalud!