Habitualmente no me gusta hacer entrevistas habladas para medios escritos. En la transcripción siempre quedan un montón de muletillas y repeticiones que difuminan el mensaje. Soy de tomarme mi tiempo con las entrevistas escritas, mucho revisar y pulir el texto. Cuando veo un texto sin estilo me pongo un poco nervioso.
Pero bueno, el amigo Miguel se interesó por mi trabajo desde el principio, y a ese apoyo no se le puede decir que no. Además, si es fino escribiendo reseñas (creo que porque lo hace desde una perspectiva ajena al mundo de los cómics), haciendo preguntas es especialmente preclaro, sobre todo explorando el argumento y la psicología de personajes.
La entrevista: AQUÍ.
Una imagen de salón; ¿pañales para Stan?